El Granada CF cuajó el mejor partido de la presente temporada en Valencia. Ya no sólo porque el resultado (0-3) reflejó su buen juego, sino por la capacidad que tuvo para controlar el choque en todo momento. Movió el balón como quiso, sometió a su rival y encima tuvo pegada en ataque. Una victoria que debe servir para arrancar por fin.

La cercanía del choque intersemanal ante el Getafe y la necesidad de refrescar el equipo, provocó que Robert Moreno realizara hasta cuatro cambios en su once inicial. En especial se centró en la zona defensiva. Germán y Carlos Neva sustituyeron a Luis Abram y Carlos Neva. Destacó la entrada del central gaditano, que se las tuvo que ver en numerosas ocasiones con Roberto Soldado, con el que tuvo algún que otro roce y al que conoce a la perfección tras haber sido compañeros dos años. La entrada de Soro por un costado y la de Jorge Molina como hombre referencia hizo que Luis Suárez tuviera un acompañante en el ataque y que Rochina partiera desde la derecha, pero con tendencia a actuar por dentro. Un 1-4-4-2 que funcionó a la perfección.

Dominio

En la primera mitad, los rojiblancos fueron los absolutos dominadores del choque. Movieron al Levante a su antojo, al que presionaron muy arriba, jugando mucho en campo rival y llegando con peligro. Posiblemente fueron los mejores 45 minutos de la temporada. En ello tuvo gran parte de culpa la solidez defensiva que aportó Germán y los galones en la medular de Ángel Montoro. Pero también hubo otros jugadores importantes. Fue el caso de Alberto Soro. Un futbolista que en silencio cuajó una muy buena actuación. Estuvo muy participativo, generando mucho peligro gracias a su movilidad y por su banda, la izquierda, llegaron las mejores oportunidades.

Gol en estrategia

La mejor manera de ir cogiendo confianza en un partido es anotar en la primera aproximación y así fue como los rojiblancos se adelantaron en el marcador. De nuevo, al igual que ante el Getafe, por medio de la estrategia, con otro córner. Germán se reivindicó así tras varias jornadas sin jugar aprovechando un clamoroso error de Vezo en la marca. Desde entonces, y lejos de pertrecharse atrás para defender la renta, los nazaríes buscaron el área de Aitor Fernández constantemente. En especial por la banda izquierda, donde la dupla formada por Carlos Neva y Soro, bien asistidos por Montoro, provocaron numerosas llegadas, en ocasiones con demasiada facilidad.

Presión alta

Los problemas para sacar los granotas el cuero jugado desde atrás fue la tónica. Sobre todo gracias a la presión alta que ejercieron y que obligó a los de Javier Pereira a enviar en largo en busca de la velocidad de Morales, que con la zaga visitante tan adelantada, no pudo explotar su mejor arma. El segundo tanto pudo llegar en el minuto 17 gracias a un gran remate de Jorge Molina que encontró una extraordinaria parada de Aitor.

Así jugó el Granada CF ante el Levante.

Sin duda, fueron los mejores minutos de la temporada. La circulación de balón era muy buena y eso que en esta ocasión Milla no tuvo tanto protagonismo. No así Montoro, que fue el que lideró el juego de los rojiblancos. Ello provocó los pitos de una afición que seguía sin ver ganar a su equipo. El duelo se puso muy cuesta arriba con el tanto de Luis Suárez tras una pifia defensiva de los azulgrana. De ahí al descanso, y con el susto del penalti a Soldado que el VAR se encargó de anular por fuera de juego previo del valenciano, se llegó al descanso con sensación de superioridad.

Reanudación

Le costó algo más a los de Robert Moreno dominar tras el receso. Los tres cambios que ordenó el técnico local le sentaron bien a su equipo. Pero en lo que tardaron Milla, Montoro y Rochina en poner la pausa y asociarse, se volvió a tener el balón y a gozar de ocasiones porque llegaban con suma facilidad. La única pega, el peligro que generaron los valencianos al área de Luís Maximiano que si bien no tuvo que emplearse a fondo, no vivió tan tranquilo como en el primer tiempo. Aunque logró dejar su portería a cero por segunda vez en el curso.

La sentencia

Pese a que el nivel de juego bajó, lo cierto es que cada vez que salían los nazaríes de la cueva, el peligro acechaba a los levantinistas. Y en una gran recuperación de Milla, Antonio Puertas en jugada individual hizo el tercero y ahí murió el encuentro. Otro que se reivindicó. Moreno optó por dar descanso a piezas esenciales como Montoro y el Levante bajó los brazos. La ventaja era una losa demasiado grande, teniendo en cuenta su situación deportiva y con su afición en contra que terminó coreando los pases de los rojiblancos a modo de sorna.

La peor noticia

La lesión de Milla fue la peor noticia del choque. No se sabe el diagnóstico, ojalá se quede en un esguince de tobillo, pero tal y como tiene la enfermería el técnico en la medular, una baja tan importante puede hacer mucho daño. Está siendo esencial. No podía salir todo a pedir de boca.