En el seno del Granada CF empiezan a notarse algunas decisiones derivadas del nombramiento de Antonio Cordón como director deportivo del entramado de DDMC, la empresa creada por Jiang Lizhang para controlar los clubes de los que forma parte. El primero de los cambios afecta a la cantera del conjunto rojiblanco, donde Luis Fradua ha dejado de ser director de cantera para ocupar la dirección de metodología de fútbol base. Su puesto lo ocupa desde ahora Javier Sanz, que promociona de forma interna.

Cordón, que desde julio es cargo de confianza para Jiang, mantuvo durante su última visita a Granada (hace aproximadamente una semana, tras la visita del Lugo) varias reuniones dentro de la entidad. El dirigente, que trabajó en la prolífica cantera del Villarreal, quedó encantado por los conocimientos y la idea de fútbol de Luis Fradua, en aquel momento director de fútbol formativo del club rojiblanco. El director deportivo de DDMC promovió que Fradua, doctor en Ciencias del Deporte y especializado en fútbol, pasase a ocupar la dirección de metodología de fútbol base de la entidad, cargo que estaba vacante desde la reestructuración interna que sufrió el club el pasado verano, y que acabó con los despidos de casi todos los cargos de la academia rojiblanca.

La idea de Antonio Cordón es que Fradua forme a los entrenadores de la cantera granadinista bajo una misma idea de juego y de trabajo para darle homogeneidad y carácter propio a la escuela rojiblanca. Este movimiento provoca el ascenso dentro de la entidad de Javier Sanz, que desde ahora ocupa el cargo de director de fútbol formativo. O lo que es lo mismo: director de cantera. Sanz desempeñaba hasta ahora la labor de ojeador y scouting dentro del cuerpo técnico del Granada B, siendo un hombre de confianza de su entrenador, Pedro Morilla.

Cambios propiciados y animados por Cordón, que son los primeros de los que se irán imponiendo de forma progresiva dentro del Granada CF. El club que, precisamente ayer, no se presentó al acto de conciliación decretado por el CEMAC en el litigio que mantiene con Rufo Collado y Antonio Álvarez, que hasta el pasado junio ocupaban los cargos de director y secretaría de fútbol base del Granada CF, respectivamente. Ahora la entidad y los demandantes se enfrentarán en un juicio por el finiquito y las vacaciones de ambos ex cargos del club.