El Granada CF ha conseguido volver a cosechar una portería a cero. Mucha culpa de ello, además del intachable trabajo colectivo del cuerpo técnico y el plantel al completo, la tiene Domingos Duarte.

El central portugués, que tuvo un ligero despunte negativo en su rendimiento –coincidiendo con la mala racha del equipo en LaLiga– completó ante el Real Betis un encuentro sin fisuras.

Autoritario

El luso se posicionó como central diestro, acompañando a Germán Sánchez en el eje de la zaga. No se habían cumplido treinta segundos del choque cuando, con un aseado barrido, dejó su primer highlight defensivo del partido. Fue un aviso y también una acción premonitoria: no iba a dejar pasar a nadie.

A pesar de no intervenir con continuidad en la primera mitad gracias al buen trabajo de contención del equipo, mostró su indiscutible autoridad con su rentabilidad como central de área. El Real Betis, ante la falta de ideas en la medular, optó por colgar constantes centros laterales al área que siempre fueron despejados por Duarte o Germán.

Resolutivo

La única llegada clara de los sevillanos en los primeros cuarenta y cinco minutos, que protagonizó Marc Bartra al filo del descanso, también fue desarticulada por el central portugués, que evitó el remate, in extremis, del jugador catalán.

El Granada CF, con un resultado muy favorable, hundió varios metros sus líneas tras la reanudación, hecho que sentó de maravilla a un defensa fuerte por arriba como Domingos Duarte. Dejó de correr hacia atrás y, con la entrada de Borja Iglesias, basó sus intervenciones en despejes de cabeza lejos del área de Rui Silva.

Completó su gran actuación con las ayudas a Luis Milla y Gonalons. El luso saltó varias veces sobre Fekir si el talentoso mediapunta conseguía rebasar a cualquiera de los medios nazaríes.