El Granada no gana en Liga desde que en la penúltima jornada de la pasada campaña derrotó al Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Desde entonces, los rojiblancos no se han 'llevado a la boca' tres puntos de una tacada. Precisamente, el equipo de Lucas Alcaraz recibe hoy al conjunto hispalense ante el que podría cerrar el círculo de una particular travesía en el desierto que le ha llevado a ser colista de Primera División.

No es la única casualidad que se produce con el rival de hoy, pues en el banquillo del Sevilla se sienta un Jorge Sampaoli que estuvo el pasado verano en un tris de fichar por el Granada, pero el PSG francés se hizo con los servicios de Unai Emery y para sustituirle los del Nervión echaron el guante al argentino. El Granada fichó entonces a bombo y platillo a Paco Jémez y... de aquellos barros vienen estos lodos. Ahora, Lucas Alcaraz tiene por delante la complicada empresa de deshacer el monumental lío en que dejó el cordobés al conjunto rojiblanco. Y para ello, nada como sumar hoy la primera victoria de la temporada ante el Sevilla de Sampaoli.

Anécdotas a un lado, el equipo que visita hoy Los Cármenes es uno de los que está en mejor forma esta temporada. Es un rival de entidad ante el que el Granada tendrá que hacer las cosas muy bien para sellar tan ansiado triunfo. Por tanto, se miden dos intereses diametralmente opuestos: mientras los locales, con sólo cinco puntos en su casillero, luchan por dejar el farolillo rojo de la clasificación, los sevillistas (27 puntos) no sólo están situados en puestos de Liga de Campeones, sino que están en disposición de asaltar puestos que desde hace muchos años casi siempre han estado reservados al Real Madrid y el Barcelona, dos equipos que se miden también hoy y de cuyo marcador final puede resultar que el Sevilla, si gana en Los Cármenes, se haga con la segunda plaza. No obstante, los de Sampaoli están en vísperas de un partido vital importancia en sus aspiraciones de seguir adelante en la Champions, pues se lo jugarán todo a una carta en su visita a Lyon el próximo miércoles.

El Granada, en sus objetivos más modestos, al menos afronta el choque tras la pequeña satisfacción que supuso ganar al Osasuna el pasado miércoles en la Copa del Rey. Fue la primera victoria de esta temporada en partido oficial y hoy será una buena oportunidad para comprobar si lo logrado hace cuatro días tiene continuidad y si ha servido de acicate para una plantilla que lucha por mantener la moral a pesar de todas las penalidades deportivas que está pasando.

Para este encuentro, Alcaraz recupera al lateral Gabriel Silva y al atacante Jeremie Boga, tras superar ambos sus sendas lesiones. Por el contrario, el preparador granadino no podrá contar con Rubén Vezo, que se lesionó en Vigo la pasada jornada, y Jon Toral, que se dañó su tobillo en el choque del miércoles ante el Osasuna. Y sigue siendo baja Rene Krhin. Tanto Silva como Boga regresarán a un once en el que el Gastón Silva reemplazará a Vezo en la línea de tres centrales, mientras que el resto de titulares serán los habituales. En la parcela en la que más dudas tiene Alcaraz es en el centro del campo, ya que Sergi Samper, Andreas Pereira, Uche y Angban, pugnan por las dos plazas de titular.

En el Sevilla las aguas bajan mansas y hoy se consideran favoritos (con razón), aunque no quieren exceso de confianza. Por ello, Sampaoli sacará lo mejor que tiene. Sin Nasri ni Escudero, el once será similar al que venció al Valencia, con la salvedad de que Sarabia, en esta ocasión, tendrá que partir desde el carril izquierdo -lo hizo en los dos flancos con buena nota-, ya que Mariano sí está ya. Por otra parte, el preparador argentino recupera al lateral derecho Mariano Ferreira, ya recuperado de la dolencia muscular por la que no jugó la pasada jornada.

Todo apunta a que en las gradas se rozará el lleno. Se ha vendido todo el papel y en Los Cármenes estarán más de un millar de aficionados sevillistas. A ver si se rompe el dicho taurino y tanta expectación no acaba en una decepción más. Lo que necesitan los seguidores rojiblancos es una alegría y ya es hora.