El Granada CF salió con un sabor de boca dulce de su encuentro en el Estadio José Zorrilla. El conjunto rojiblanco sumó un valioso punto y mantuvo su imbatibilidad fuera de casa por cuarta jornada consecutiva. El triunfo más personal es de Diego Martínez, que pudo sacar un buen botín del feudo pucelano con cinco cambios en el once titular que venció al Barcelona. El equipo no sólo consiguió un punto, sino que también dejó tocado a un rival directo como el Valladolid, que acumula cinco jornadas sin conocer la victoria. Las rotaciones de Diego pueden jugar un papel decisivo en el próximo encuentro del conjunto granadinista, que el sábado se mide a otro rival directo como es el Leganés.

Perseverante

El cuadro rojiblanco se sobrepuso a un mal inicio con gol en contra incluido. Marcar el primer gol ante el Granada CF no es sinónimo de éxito, pues tanto el Real Valladolid como el Villarreal no consiguieron los tres puntos a pesar de adelantarse en el electrónico.Cuando un balón toca la red del guardameta portugués Rui Silva, lo primero que hace Diego Martínez es aplaudir a sus futbolistas con énfasis. El entrenador gallego siempre dice que lo único que puede garantizar su bloque es competitividad y ambición, algo que sus jugadores cumplen a rajatabla en cada uno de los partidos.

Un descanso necesario

El encuentro entre Valladolid y Granada fue el primero de la sexta jornada de LaLiga Santander. La plantilla rojiblanca realizó un gran esfuerzo en el triunfo ante el Barcelona y menos de 72 horas después, las rotaciones eran algo casi obligatorio para un técnico que no se cortó en decirlo en la rueda de prensa previa al partido.

Cinco integrantes del once inicial del pasado sábado arrancaron el choque en el banquillo. Éstos fueron Soldado, Azeez, Machís, Yangel Herrera y Germán. Para Soldado y Germán fue su primer partido sin salir de titulares, aunque el gaditano acabó participando debido al cansancio de José Antonio Martínez, que necesita coger más ritmo de competición. La fatiga hizo mella en otros futbolistas. Puertas acabó exhausto en el césped del José Zorrilla. El ‘10’ rojiblanco siempre lo da todo y es, junto a Montoro, Víctor Díaz y Domingos Duarte, uno de los jugadores de campo que lo ha jugado todo hasta ahora.

Otro que acabó con las manos en las rodillas fue Vadillo, que no está acostumbrado a disputar los 90 minutos. El gaditano no tiene el fondo físico de un atleta keniata, pero Diego Martínez ha conseguido que su implicación en defensa sea encomiable.

Más que un punto

Al punto sumado fuera de casa y al éxito de rotaciones hay que añadir el rival contra el que se consiguió. El Valladolid afrontaba el partido contra los granadinistas con la necesidad de conseguir los tres puntos, pues sin hacerlo desde la primera jornada ante el Betis. El resultado del encuentro reforzó a un Granada que no conoce aún la derrota en sus cuatro salidas ligueras, mientras que en el otro bando, el blanquivioleta, sembró más dudas de las que ya había antes del pitido inicial.

La permanencia es un absoluto duelo de guerrillas en el que cada jornada cuenta. Hacer mella en el estado de un rival directo es siempre positivo, además, el 1-1 es un buen resultado para un futuro gol average, pues estas cosas hay que mirarlas desde el primer día y no cuando la competición llega a su ocaso.

Nombres reforzados

Algunos futbolistas de la plantilla salieron de Pucela con grandes sensaciones. El nombre propio del encuentro fue el de Carlos Fernández, que completó su primera gran actuación como jugador rojiblanco. El andaluz marcó su segundo gol en liga y lució en el juego del equipo con su participación puntual en la elaboración y su movilidad en campo rival para ocupar espacios. Carlos Neva repitió titularidad de nuevo y volvió a mostrar que su presencia hace de todo menos desentonar. El gaditano es correcto en la mayoría de sus acciones y en la segunda parte se animó a subir más la banda para colgar centros y apoyar a Machís. Montoro jugó otro partido bueno con balón y sin el, pero las buenas actuaciones del valenciano dejaron de ser noticia hace mucho tiempo.