Loïc Williams se tuvo que retirar en La Romareda por problemas físicos.
Loïc Williams se tuvo que retirar en La Romareda por problemas físicos. / Agencia LOF

Granada/Para los equipos de Segunda División que han vivido los últimos años a caballo entre la élite y la categoría de plata, la Copa del Rey es más un problema que un premio. La duración de la competición liguera con 42 jornadas y un posible play off, y el hecho de que las plantillas no suelen ser tan amplias para compaginar ambos torneos suele generar cansancio, molestias físicas e inconvenientes. Es el caso del Granada CF, que eliminó al Real Zaragoza tras una prórroga y en la tanda de penaltis justo en la semana en la que recibirá en el Estadio Nuevo Los Cármenes al líder, el Racing del Santander (sábado a las 16:15 horas). Económicamente no es como cuando la entidad estaba en Tercera o Segunda B, una época en la que el torneo del KO era el sueño para poder hacer una buena taquilla. Ahora, en caso de que en el sorteo del próximo lunes toque jugar en casa, los abonados no deberán pasar por taquilla pues el primer duelo de Copa en casa está incluido en el carnet de temporada, que no está de más recordarlo por si a alguno se le olvida.

Cansancio

Y es que la Copa suele provocar cansancio en los jugadores que no están acostumbrados a compatibilizar dos competiciones. Es una y a algunos les cuesta...Fran Escribá, consciente de la amplitud de plantilla con la que cuenta, puso un once con pocos titulares pero las circunstancias de la eliminatoria le hicieron, finalmente, dar entrada a futbolistas como Gonzalo Villar, Brau, Miguel Rubio o Tsitaishvili, que acumularon unos minutos que pocos querían que así fuera.

Loïc

La idea del técnico valenciano era que el mejor central que tiene o, al menos, el que mejores prestaciones defensivas ofrece pudiera ir cogiendo ritmo tras su lesión en el isquiosural izquierdo que lo ha tenido alejado de los terrenos de juego desde la undécima jornada. Sin embargo, tuvo que jugar más de la cuenta hasta que unas molestias le hicieron tener que pedir el cambio en la primera parte de la prórroga. Se echó la mano al isquio, pero antes de ser cambiado levantó su pulgar. Quizá fue para evitar una recaída, pero se corrió demasiados riesgos con una pieza clave en el eje de la zaga.

Ricard

El que sí descansará en liga será Ricard Sánchez. Y falta que le hace porque, últimamente, sale en todas las fotos cuando los rivales marcan. En La Romareda los dos tantos que encajó Luca Zidane llegaron por su zona. En uno Adu Ares le ganó la espalda y llegó tarde y, en el otro, reculó tanto que le permitió al veloz extremo hacer lo que quiso en el área y poner el cuero en la escuadra del guardameta rojiblanco. Son muchos lo que reclaman ya no sólo una oportunidad para Rubén Sánchez sino, también, que en ocasiones juegue por delante del lateral para aprovechar su potencial ofensivo, que lo tiene. A nivel defensivo esta temporada se le están viendo las carencias y eso es innegable.

A lo Roberto

Aunque, sin duda, el protagonista del choque copero fue Luca Zidane. El cancerbero, ex del Eibar, fue el que mantuvo vivo a su equipo en la eliminatoria. Sobre todo por detener en la primera mitad un penalti a Marí con 1-0 en el marcador. Pero es que, además, en la tanda de penaltis no sólo detuvo otro a disparo de Clemente, sino que materializó una pena máxima con maestría. En Granada, tierra muy de convertir en héroe a cualquiera para luego machacarlo, se olvida pronto que Luca es el mismo guardameta que encajó tres goles ante el Huesca a principios de temporada y ya no valía. Porque esos mismos que ensalzan su figura quizá no habrían pensado lo mismo cuando le hizo un recorte en el borde del área a Marí que pudo costar muy caro de no haberle salido bien. Algo similar ocurrió en pretemporada en Motril ante la UD Almería. En cualquier caso, anotar el penalti recordó a aquel 11 de junio de 2011 en la eliminatoria ante el Celta de Vigo en la temporada del regreso a Primera, en la que Roberto Fernández anotó el sexto penalti y le dio aire a su equipo para pasar a la final ante el Elche tras repeler el lanzamiento de Catalá.

Capaz de todo

El último protagonista del duelo en Zaragoza fue Shon Weissman. Al israelí la Copa le sienta bien...al menos a nivel goleador. Participar, participa muy poco en el juego y en algunos momentos casi que mejor porque cuando el cuero pasa por sus botas, en un alto porcentaje, lo pierde. Pero en el área se transforma y cuando le llega un buen centro como el que le puso Rodelas, no falla. Sin embargo, está claro que los penaltis no son lo suyo. Ya falló ante el Málaga en el tiempo de descuento que le costó el puesto a Guillermo Abascal, y ante el cuadro maño fue el único que erró lanzando la pena máxima de nuevo muy mal. Su sueldo no está acorde con su rendimiento, pero de eso no tiene la culpa el futbolista sino los que lo firmaron y algunos siguen en sus cargos.

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