El Granada B arrancó ayer la pretemporada de su quinto año en Segunda División B. El filial comenzó a trabajar bajo las órdenes de Pedro Morilla, que compaginará sus funciones de secretario técnico con las de entrenador. El sevillano se mostró satisfecho con su nuevo puesto, ya que señaló que "soy más un hombre de banquillo que de despacho". Además, dijo que "tengo muchas ganas de empezar porque es una labor muy importante para el club trabajar con chicos de estas edades".

La entidad comentó en su comunicado que el objetivo es el mismo de las temporadas anteriores: salvar la categoría. Además de la permanencia, Morilla es consciente de que el principal propósito del segundo equipo es "formar jugadores para el Granada". Morilla tendrá que trabajar con un modelo de plantilla diferente, ya el filial sufrirá una españolización con respecto a la plantilla del año pasado. Morilla habló sobre ello: "Se ha intentado españolizar el filial con chavales con potencial de presente y futuro para llegar al primer equipo".

El nuevo entrenador subrayó que "queremos futbolistas con hambre para que, con el trabajo de entrenamiento y la ayuda del cuerpo técnico podamos adaptarlos a lo que se pretende". Morilla dijo que se considera "un entrenador con ideas modernas". "Me gustan los equipos competitivos y mi idea es agrupar a la plantilla para que no nos vean como un equipo blandito sino competitivo", añadió. El sevillano tendrá una nueva oportunidad tras su paso por el Betis B. En el conjunto verdiblanco pasó prácticamente por todas las categorías inferiores hasta llegar al segundo equipo.