Ayala, una vida en imágenes
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Muere Francisco Ayala, el gran observador de las tragedias del siglo XX.
Foto: Granada Hoy
Despierto al mundo. Francisco Ayala sintió desde muy pequeño el impulso por la cultura y la escritura gracias a la influencia de sus padres.
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Esplendor de niñez. Francisco Ayala, en los primeros años de su infancia, junto a una amiga.
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Madurez. El escritor, en la época en que ya era profesor universitario y un escritor que apuntaba alto desde sus escritos.
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Retorno. Ayala decidió regresar definitivamente a España una vez que se había implantado de nuevo la democracia en el país.
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Con los libros. El escritor siempre sintió una pasión desmesurada por la lectura, que consideraba parte esencial en su vida.
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Época de estudiante. El Instituto Padre Suárez fue testigo de los primeros años de escolarización del intelectual granadino.
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Primeros pasos en la vida. Francisco Ayala, recién nacido, rodeado de sus padres y familiares.
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Con su pequeña. Francisco Ayala tuvo solamente una hija, Nina, sobre la que volcó todo su amor y su atención.
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Predisposición. Ya desde pequeño, Ayala se sintió atraído por el mundo de las letras: su abuelo había sido rector de la Universidad de Granada.
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En familia. El intelectual, junto a su primera mujer, Nina Vargas, y su hija Nina. Su primera esposa era chilena y marcó en vida al escritor.
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En Argentina. Ayala conoció a intelectuales como Jorge Luis Borges (a la derecha, sentado, en la foto), quien consiguió abrirle muchas puertas en su exilio argentino.
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Con ilusión. Desde que conoció a la hispanista Carolyn Richmond, Ayala se enamoró perdidamente de ella. Aquí, en una visita por la Alhambra y el Albaicín.
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Con afecto. El Rey siempre sintió un especial cariño hacia el escritor, como desmostró en el almuerzo que los monarcas ofrecieron con motivo de la entrega del premio Cervantes a Juan Marsé.
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Constante actividad. El día del libro de 2006, Ayala participó en la tradicional lectura continuada de 'El Quijote' en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
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Sonriente. Ayala conversa animado con la consejera de Cultura de la Junta, Rosa Torres, en unas jornadas literarias en su honor.
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Distinción. El alcalde, José Torres Hurtado, en noviembre de 2004, entrega una distinción de la ciudad al escritor.
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Un ejemplo. Doctor Honoris Causa de una quincena de universidades, fue nombrado por la de Granada en 1994.
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Despierto y vital. La Reina Sofía nunca ocultó la especial empatía que le unía con Francisco Ayala en los numerosos actos en los que ambos coincidieron. En la imagen, la Reina conversa con el escritor en la reunión del Patronato del Instituto Cervantes celebrada en el Palacio Real de Madrid.
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Con cariño. El escritor saluda a los Príncipes, en la Real Casa de Correos, donde presidieron el acto de entrega de la 67 edición de los Premios de la APM.
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Acompañado. Ayala, con su esposa y el entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina, llegan del brazo a un acto en la Biblioteca Nacional, el pasado mes de marzo.
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Asociación de Editores de Madrid. La ex ministra Carmen Calvo entregó a Ayala el Premio Antonio de Sacha por su fecunda trayectoria en septiembre de 2005.
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Para el recuerdo. Zapatero impone a Ayala la medalla de Hijo Predilecto de la provincia de Granada.
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La familia Real al completo siempre ha declarado su fascinación y complicidad con el escritor granadino.
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