Mirada alrededor

Vino y mujeres

  • El ridículo cliché del presidente del Eurogrupo sobre la gente del sur es habitual dentro de las regiones

El socialdemócrata holandés Dijsselbloem -uno de los pilares de los 'hombres de negro', los inquisidores de la UE, que recorrían la Europa del Sur, exigiendo acrecentar la pobreza de sus habitantes-, es el presidente del Eurogrupo. Pero a partir de ahora ha pasado a las curiosidades mundanas por su admiración por la obra musical de Manolo Escobar, sobre todo aquella que dice 'Viva el vino y las mujeres'. Basado en ella ha afirmado que los europeos del sur no pueden pedir ayuda a la UE para gastársela en 'vino y mujeres'.

Como melómano y crítico de acontecimientos musicales, no lamento sólo sus palabras, habituales en los clichés con los que la ignorancia norteña califica a la gente del sur, sino su incultura musical, teniendo tan cerca a conjuntos orquestales tan universales como la Concertgebouw y sus formidables programas, algunos de los cuales hemos escuchado en lugares del sur donde no sólo disfrutamos con el vino y las mujeres, en cuyos placeres, según él, nos gastamos lo que cobramos por nuestro trabajo y lo que nos toca de las limosnas de la Europa rica.

La misma idea que prolifera en nuestras propias regiones opulentas, cuando miran al sur. Fueron políticos catalanes, como Pujol o Duran i Lleida, entre otros, los que dijeron que salían de su dolorida cartera las 'pelas' que nos permitía pasarnos el tiempo en la barra del bar o la taberna. No se atrevieron a decir que nos daban la pela catalana para gastarlas, también, en mujeres, para no llegar al machismo ridículo de Dijsselbloem, que su afición por los cuplés -La bien pagá, por ejemplo- le hace llegar a esas conclusiones sobre lo que hacemos en el sur. Un sur europeo que para él, como a tantos otros ignorantes, cabe en un mismo cliché.

Además de su lamentable cultura musical, en la que parece cimentar sus conclusiones sobre la vida de la gente del sur, tal vez habrá que ser condescendientes por la crisis personal que estará sufriendo el pobre hombre ante la debacle que sus compañeros socialdemócratas han sufrido en Holanda, en cuyo Parlamento han perdido 29 diputados, hasta quedarse sólo con 9. Es verdad que un tipo como él no debe ocupar el alto cargo en el importante órgano de la UE, pero ya sabemos el talante de algunos de los que ocupan los escaños.

Recientemente el eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke justificó que las mujeres cobraran menos que los hombres "por su debilidad y menor inteligencia". No sé si aún queda alguien que considere a Europa como espejo en el que mirarse. En la política entran tipos de cualquier calaña. Revisemos no sólo nuestros parlamentos nacionales o autonómicos, sino los que ocupan escaños o puestos relevantes en una Europa, por desgracia, cada día más alejada de la idea de sus fundadores.

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