Juicio de los ERE

Un testigo critica a la Guardia Civil por su “violento” interrogatorio

  • El ex interventor delegado en Empleo Carlos González ha afirmado que “no pueden ser los salvadores del mundo”

Un momento de la declaración del testigo.

Un momento de la declaración del testigo. / M. G.

El ex interventor delegado en Empleo Carlos González Laguillo ha criticado este lunes, en el juicio por el denominado “procedimiento específico” de los ERE, el interrogatorio que le hizo la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que ha tildado de “tenso y dialécticamente violento”.

El testigo, que fue interventor delegado en la Consejería de Empleo entre los años 2001 y 2003, ha explicado a preguntas del fiscal delegado de Anticorrupción que la declaración que prestó fue “un poco tensa”, le preguntaban como si estuviera imputado a pesar de que declaraba como testigo, y por ello ha concluido diciendo que el interrogatorio fue “dialécticamente violento y con cierta presión”.

Carlos González ha defendido la labor del interventor delegado en una consejería y así ha subrayado que esta figura “no es una policía de investigación”. “No podemos pretender ser los salvadores del mundo”, ha dicho en cuanto a que si las transferencias de financiación reunía los requisitos, su obligación era fiscalizarlas.

El testigo, que ha respondido a muchas preguntas diciendo que no recordaba los hechos por el tiempo que ha transcurrido, también ha dicho que si hubieran tenido que revisar todos los documentos con detalle, estarían “todavía por la Edad Media”. Así, ha comentado que no recuerda el convenio marco de 17 de julio de 2001 por el que se concedían las ayudas, ni los convenios particulares que se suscribían para cada subvención.

Como interventor delegado en la Consejería de Empleo, ha asegurado que no le correspondía a él la fiscalización y el seguimiento del gasto, algo que según ha precisado correspondía al órgano receptor, en este caso el IFA/IDEA.

Preguntado sobre si apreció un menoscabo de fondos públicos, el testigo ha explicado que en aquel momento el concepto que se usaba no era precisamente éste puramente técnico, sino que se aludía a un “mal uso de los créditos”, aunque ha reconocido que ese mal uso pudiera ser que causa el menoscabo de fondos públicos, ha apostillado.

El ex interventor ha agregado que “desconocía” si el IFA entre sus competencias tenía algunas de actividades complementarias del programa presupuestario 31L. “En lo que se gasta el IFA lo desconozco y no me corresponde hacerle el seguimiento”, ha añadido, dado que el control de las ayudas correspondía a los interventores dedicados a Control Financiero Permanente.

En cualquier caso y a preguntas de las defensas, el testigo ha insistido en que tenían la “apariencia de legalidad” en las ayudas, dado que se trataba de un sistema reglamentado. Sobre si advirtieron de alguna sospecha de ilegalidad, ha afirmado que puede asegurar que “en aquel momento en absoluto”.

 

 

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