La crónica del Martes de Feria

El 'euro' cotiza a la baja

  • Los dueños de las atracciones coinciden en que las ferias ya no son lo que eran antes

  • Ilusiones renovadas entre los padres que hace no tanto también fueron niños

El martes de precios populares en la calle del Infierno sigue siendo el 'Día del Niño', pero ya no es el del euro. Ningún columpio cuesta menos de 2 euros, y la mayoría sólo rebajan un 33% su precio respecto al resto de jornadas, pues normalmente cuestan lo que al cambio serían 500 de las antiguas pesetas. Hay consenso entre casi la totalidad los dueños de las atracciones de Almanjáyar: "Las ferias han decaído mucho". Se trata de una opinión generalizada, sobre todo entre aquellos empresarios que regentan atracciones más baratas. Las que cuestan más, como El Tirachinas, salen ganando con la rebaja de ayer. El motivo, muy sencillo: "Cobramos diez euros habitualmente, y si hoy bajamos a seis todo el mundo aprovecha". Así lo relataba ayer uno de los responsables de esta máquina que dispara a sus ocupantes para arriba.

Así que la escasa afluencia de gente ayer en el ferial durante las primeras horas de la tarde, las que suelen congregar a familias enteras, apenas resintió las previsiones de los dueños de estos leviatanes. Menos optimistas eran los que tienen un público infantil: "Está entrando gente para la tarde, y hay buenas previsiones para hoy, pero la verdad es que la cosa está más floja que lo habitual a esta hora", explican desde la taquilla de la clásica Mini Noria Granada. Pili López no sale de la provincia. Su máquina se vende sola: los coches de choque nunca pasan de moda. "Está floja la cosa, pero es que las ferias han bajado mucho últimamente. Esperamos que la cosa aumente a partir de las siete de la tarde". Y efectivamente, a partir de las 19:00 horas, en incluso ya desde las 18:00, cada rincón de la calle del Infierno iba poblándose poco a poco de gente. A las 20:00, alguno que otro ya hablaba de "ambientazo". Padres, madres, hijos, tíos y abuelos... Todos fueron poblando paulatinamente cada esquina del recinto entre columpio y columpio.

Roberto, padre de dos pequeños, comparaba la ilusión de hace menos de dos décadas cuando venía de pequeño con el anhelo renovado de venir con sus hijos y su hermana. Sólo había que darse una vuelta por el ferial para constatar con rostros esta realidad. "Mi niña se monta en todas las atracciones que a mí me dan miedo", comenta entre risas. "Si aprovechas bien este días te puedes ahorrar más de diez euros por crío", apostilla. Entre aquellos años en los que Roberto venía con sus tutores legales, y ahora cuando lo hace como padre han cambiado muchas cosas. Aquellas viejas cámaras de carrete que revelaban fotos maravillosas, pero sólo cuando disparaba mamá, han dado paso a smartphones con filtros suficientes como para hacer de instantánea una obra de arte.

Juan espera con su móvil a que su hijo se suba al Gigant Maxx. Saca un pequeño hueco para atender a este redactor: "Me pillas con el niño a punto de pasar al columpio", avanza antes de contestar que "ve el día muy tranquilo, lo cual es bueno para los que no nos subimos en las atracciones. Hay menos ajetreo". Admite este padre de familia que "se nota en el bolsillo el venir hoy que en otra jornada". Volviendo a las atracciones más de toda la vida, ahí está el tren de la bruja. Tan de Granada pese a que la 'locomotora' y los vagones tengan la misma forma que los de la Alta Velocidad Española. Enrique Crespillo combate en la taquilla el calor con un aparato de aire acondicionado que casi genera un microclima allí donde vende los tíquets. "La posibilidad de lluvia retrae a la gente; y sí, es verdad que las ferias ya no son lo que eran", dice.

"Hasta en la Feria de Abril se nota este receso. Encima llovió en dos días clave, igual que en Estepona. Esperamos que los aparatos se llenen de gente ahora, aunque a partir del miércoles van a venir los días fuertes", matiza este sevillano. De Alicante es Marisol, a cargo de los 'toros locos' infantiles. "Cada vez estamos peor en las ferias, esto ya tendría que estar lleno", avanza a pocos minutos de que de las seis de la tarde. "Las ferias han bajado, hay años que no hemos cubiertos ni los gastos. Granada es buena plaza porque es una capital, aunque también se paga más; me cuentan que Córdoba está mejor", relata antes de poner en marcha el columpio al grito de "¡Venga que nos vamos!". Precisamente la ciudad califal es partícipe indirecta de este Corpus. La noria no ha hecho acto de presencia en Almanjáyar porque la feria de Granada coincidía con la de la capital vecina. El problema de no tener fecha fija en el calendario.

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