Músicas contra la peste | Barbara Strozzi

Incógnitas de Bárbara

Posible retrato de Bárbara Strozzi (Venecia, 1619 - Padua, 1677) por Bernardo Strozzi (no eran parientes).

Posible retrato de Bárbara Strozzi (Venecia, 1619 - Padua, 1677) por Bernardo Strozzi (no eran parientes).

Más que posible hija natural del poeta veneciano Giulio Strozzi, que en cualquier caso la adoptó, Barbara Strozzi comenzó a destacar como cantante a los 16 años. Su padre, que también era bastardo de una noble familia veneciana, había visto en su talento desde niña la oportunidad de prosperar, y no sólo le procuró la mejor formación musical posible, contratando como profesor nada menos que a Francesco Cavalli, el gran sucesor de Monteverdi en los teatros de ópera venecianos, sino que incluso montó en 1637 una plataforma para que la joven pudiera exhibir sus virtudes, la Academia de los Unisoni, especie de sección de la Academia de los Incogniti, a la que Giulio pertenecía y en la que, a pesar de que se discutía mucho sobre música, no se permitía el acceso de músicos a sus reuniones.

Es fama que la joven no sólo seducía a todos por su canto acompañándose a sí misma con el laúd o tocando la viola da gamba, sino que componía buena parte de la música que interpretaba y era extraordinariamente hábil en el arte de la retórica y la discusión ilustrada. No tuvo acceso como creadora a los teatros de ópera de Venecia, que justo empezaban a florecer, pero logró editar ocho libros de música profana entre 1644 y 1664, más que ningún otro compositor en esos años; en ellos, se documenta el paso del universo del madrigal al de la cantata.

De su última colección, esta aria se ha hecho extremadamente popular en el ámbito barroco. El amante se queja, como tantas veces, de la fortuna esquiva (que aquí representan los astros) y de la impiedad del amor, y lo hace con un lenguaje refinado y lleno de sugerentes imágenes que más que de resignación ante el sufrimiento nos hablan de la dignidad del dolor íntimo y de la rabia: "Qué se puede hacer si las estrellas rebeldes no tienen piedad? [...] ¿Qué se puede decir si un pérfido amor niega un respiro a mi martirio?". Y así, refinada y rabiosa, nos lo trae aquí, para aliviar nuestro encierro, la soprano belga Céline Scheen en esta grabación para la Radio Francesa que acaba de cumplir un año.

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