Cultura

Barenboim para todos

  • Al frente de los jóvenes de la WEDO, Daniel Barenboim registra su segunda integral de las 'Sinfonías' de Beethoven

Beethoven: Sinfonías. West-Eastern Divan Orchestra. Daniel Barenboim. Decca (5 CD) (Universal).

En 1999 Daniel Barenboim y Edward Said crearon en Weimar la West-Eastern Divan Orchestra y el sello Teldec publicó la primera integral de Sinfonías de Beethoven registradas por el maestro argentino. El compositor había sido una constante en la carrera fonográfica del músico, desde que a finales de los años 60 grabase como pianista por primera vez las Sonatas y los Conciertos. Siguieron luego las grandes colecciones de música de cámara, mientras que sus primeros registros beethovenianos como director datan de mediados de los 70.

Antes de aquella integral del 99, Barenboim había grabado alguna sinfonía del genio de Bonn, siendo su registro de la para el sello Erato justamente recordado. Después vinieron algunas más hasta este proyecto, Beethoven for all, que incluye la nueva versión de las Sinfonías, registradas en Colonia con la WEDO en el verano de 2011, así como nuevas interpretaciones de los Conciertos para piano (con su otra orquesta, responsable de su primera integral sinfónica, la Staatskapelle de Berlín) y de las Sonatas, cuya aparición está prevista por Decca para el próximo otoño.

Barenboim es un director anclado en la gran tradición centroeuropea. Su Beethoven no tiene nada que ver pues con el de los historicistas (de Norrington a Van Immerseel), pero tampoco con las visiones renovadas de este ciclo que han planteado otros maestros, como Abbado, Rattle, o Chailly. El Beethoven de Barenboim es el del compositor visionario y poderoso que cargó con todo el dolor de la condición humana para expresarlo en una música grandiosa, épica, heroica, dramática, trascendente.

Aunque este Beethoven es de raíz profundamente romántica, hay rasgos en él que lo dulcifican, como demuestra el cuidado puesto en la transparencia, el equilibrio y la entraña reflexiva de los tiempos lentos. Las dos primeras sinfonías son en esencia clásicas, y Barenboim usa para ellas plantillas algo más cortas. El sonido es en cualquier caso denso, por momentos rocoso, aunque claro, alcanzando incluso momentos de gran belleza sensual (Larghetto de la). La Heroica resulta de una gran intensidad. Aun sin la terribilità de un Klemperer, contiene una Marcha fúnebre auténticamente antológica. La sensualidad y las gotas de lirismo de la reaparecen en una distendida. La resulta de un dramatismo descarnado, aunque su inicio sea de una desconcertante falta de brío. Extraordinario una vez más el tiempo lento, fraseado con delectación. Pastoral de carácter lírico y contemplativo, que permite un vivo contraste con la llegada de la tormenta. La parece un punto embridada (arranque y final, algo contenidos), con un Allegretto de exacerbada melancolía. impulsiva, pero cálida y espléndidamente matizada, antes de una que contiene toda la hondura humanista de la pieza, pero es más luminosa y lírica, y se presenta sin el carácter tremendista y oscuro de otras interpretaciones (en vivo y en disco) que yo recuerde del músico.

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