LA CHANA BAILAORA | CRÍTICA

De tablaos con Peter Sellers

  • La biografía de La Chana es un fresco en primera persona del baile flamenco en los tablaos y festivales de los años 60 a 80

La Chana con Peter Sellers en 'The Bobo'.

La Chana con Peter Sellers en 'The Bobo'.

Esta es la biografía oficial de Antonia Santiago Amador 'La Chana', bailaora nacida en Barcelona en 1946 y coautora de la obra. La mayor parte del libro se ocupa de la trayectoria artística de la intérprete desde sus inicios en las fiestas familiares. La bailaora nos cuenta en primera persona sus experiencias. Su relación con Salvador Dalí, un habitual del tablao Los Tarantos de Barcelona que acudía a sus actuaciones con dos guepardos que gruñían a la bailaora cuando estaba actuando. También la fundamental experiencia durante el rodaje en Cinecittà de 'The Bobo', protagonizada por Peter Sellers, que la bailaora narra como una de las etapas más importantes de su carrera artística, dada la complicidad que desarrolló con el actor y con todo el equipo de rodaje. Las imágenes de La Chana en 'The Bobo' son espectaculares, con la bailaora en la plenitud de su arte y rodada por un equipo cinematográfico que explota todas sus posibilidades. Con 20 años aparece en pantalla bellísima, espectacular, intensa, volcánica y estupendamente fotografiada. Su baile por alegrías ocupa 5 de los 105 minutos de la cinta, algo completamente inusual en un film de ficción y de temática no flamenca. La bailaora se muestra agradecida en esta biografía al crítico y teórico de la danza Alfonso Puig, que fue el que procuró la relación de La Chana con Peter Sellers.

Portada de la biografía de La Chana. Portada de la biografía de La Chana.

Portada de la biografía de La Chana.

Asistimos luego a su traslado a Madrid, donde Roselló abrió otro tablao con el mismo nombre que el de Barcelona, Los Tarantos, a donde acudieron a ver su baile artistas como Antonio Ruiz Soler o Pilar López. Curiosamente Antonio Gades estaba más interesado en el estilo de cintura para arriba de La Chana que en sus pies. Efectivamente sus silencios son uno de los elementos de más valor de su arte.

A continuación acompañamos a La Chana a a prueba a la que la sometió Manolo Caracol en el tablao Los Canasteros, en el que inmediatamente fue contratada. La Chana habla con veneración de Caracol que estaba enamorado de su arte "se ponía de pie cuando yo bailaba para imponer respeto y que nadie hablara o se moviera durante mi actuación". Con su trabajo en Los Canasteros, que alternó con actuaciones en la Costa Brava y Tenerife, le llegó el reconocimiento de toda la afición. Su primera gira internacional data de 1969 incluyendo una temporada de tres meses en Australia de la que La Chana guarda un recuerdo muy grato. Incluso le surgió una oportunidad de afincarse en las antípodas, aunque finalmente no esta no fructificó.

En 1977 intervino en el programa 'Esta noche fiesta' con una repercusión enorme. A raíz de este éxito La Chana pudo recorrer España y el mundo con su propia compañía, con su propio espectáculo, en los principales teatros, después de una década dedicada básicamente a los tablaos y las salas de fiesta. En 1979 inauguró la Sala Xenón de Madrid. Y, de repente, en la cumbre de su fama, el silencio. Cinco años sin bailar. La Chana lo explica en el libro diciendo que los contratos tenían que pasar por la mano de su marido y guitarrista y que él se ocupó de boicotear su carrera. Volvió, ya separada artística y sentimentalmente, con el Ballet de Luisillo, bailaor al que había conocido en el tablao que este poseía en Madrid, y con el que llevó a cabo una gira por toda Europa. Su vuelta a la escena se confirmó con una actuación con Juan Ramírez, otro portento del ritmo, en el tablao Los Canasteros. Con el espectáculo 'Cumbre Flamenca' recorrió el mundo durante cuatro años con artistas jóvenes que se reconocen discípulos suyos como Antonio Canales. Se retiró definitivamente en 1991 aunque ha vuelto puntualmente a ofrecer alguna actuación y conferencias sobre su arte. Además de Canales, artistas jóvenes como Rocío Molina o Karime Amaya se reconocen discípulas de La Chana, de ese zapateado feroz, frenético, único.

Como señala en esta obra la propia bailaora, su estilo, personal, muy físico, efectista, se adelantó a su tiempo ya que en los años 90 artistas como Antonio Canales asumirían sus maneras. No obstante el estilo volcánico, salvaje, de La Chana, es inimitable.

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