Josetxu Obregón | Violonchelista y director

"Me alegra que se anuncien medidas, pero todo es muy precario aún"

  • El violonchelista Josetxu Obregón presenta en Glossa su último disco al frente de La Ritirata, un acercamiento a la música vocal e instrumental de Caldara para su instrumento

Josetxu Obregón con la tapa de su violonchelo, un Sebastian Klotz de 1740.

Josetxu Obregón con la tapa de su violonchelo, un Sebastian Klotz de 1740. / Michal Novak

Posa orgulloso con la tapa de su instrumento, un violonchelo fabricado por Sebastian Klotz en 1740. "En uno de los viajes se le abrió una grietecita que obligaba a abrirlo para repararla, y cuando el lutier lo abrió tocaba hacer las fotos para el disco, así que aprovechamos esa oportunidad única para fotografiarme con la tapa. No es atrezzo. Es mi Sebastian Klotz de 1740. Felizmente, el lutier volvió a poner todo en su sitio, y el cello está perfecto". Muchas vueltas ha dado ese instrumento en las manos de Josetxu Obregón (Bilbao, 1979) fundador del conjunto La Ritirata, con el que acaba de publicar un álbum dedicado a Antonio Caldara (Venecia, 1670 - Viena, 1736), un compositor cuyo nacimiento tuvo lugar hace justo 350 años y, que a pesar de ser uno de los más prolíficos de la historia, no deja de ser un secundario en las programaciones barrocas de nuestros días.

-No era la primera vez que La Ritirata se acercaba a la figura de Caldara.

-Hace cuatro años publicamos un disco dedicado a un par de sus óperas basadas en el Quijote. Y antes hicimos aquel disco dedicado al violonchelo en España en que tuve la duda de incluir algunas obras suyas, por eso de que Caldara había estado en Barcelona, en la corte del archiduque Carlos. Aunque finalmente opté por dejarlo para más adelante y plantearlo como un monográfico. Pensé que el 350 aniversario de su nacimiento era una buena ocasión para afrontar finalmente este trabajo. Caldara era violonchelista. En su obra vocal concede al violonchelo mucha importancia, y entre la instrumental también hay obras muy notables para el instrumento que no son conocidas. La idea era esa, tanto en la música vocal como en la instrumental dejar a Caldara en el mejor lugar posible, mostrando algunas de sus mejores páginas.

-La producción vocal de Caldara es inmensa: centenares de óperas, oratorios, cantatas y obras de todo tipo. ¿Cómo hizo esta selección?

-Fue un trabajo largo. Entre otras cosas, porque no existe un catálogo al que recurrir. Poco a poco me fui haciendo un archivo en el que iba anotando todo aquello en lo que aparecía una parte de violonchelo solista. Fue un trabajo exhaustivo de recopilación, que luego fui probando para coger aquello que merecía la pena. Tenía además un especial interés por recuperar algo nuevo. Encontrar algo que no estuviera grabado, para así poder aportar alguna cosa. Y entonces di con Porgete per pietà, una cantata que estaba en la biblioteca del Royal College de Londres, y que además no sólo tenía un violonchelo obligado, sino también un violín, algo muy infrecuente en la obra de Caldara. Cuando lo vi ya me pareció muy interesante, y cuando empezamos a leerla nos dimos cuenta de que encima era preciosa. 

 -A esa cantata completa añade arias de otras tres obras...

-Opté por arias que conocía de trabajar con mi grupo y con otros grupos. Pompe inutili es una de las arias más famosas de Caldara, extraída de su oratorio más famoso, Maddalena ai piedi di Cristo. Es casi un dúo entre la voz y el violonchelo. Conocía Aimè sento il mio core, porque de ella existe una grabación mítica con Anner Bylsma, que fue mi maestro y René Jacobs. No es un registro especialmente bueno, porque tiene muchos años, pero yo lo recordaba de mis tiempos en Holanda. Y Luciana Mancini, que estudió conmigo en Holanda, también la recordaba. Buscaba algo que pudiera ser monumental para el cello, y esta es un aria muy larga, de mucha entidad. 

Antonio Caldara & the Cello - La Ritirata Antonio Caldara & the Cello - La Ritirata

Antonio Caldara & the Cello - La Ritirata

-Ha eludido en este caso las óperas...

-Sí, y por dos razones. Primero, porque ya hicimos ese disco con óperas cervantinas. Pero también por el carácter. Pensé que centrándonos en cantatas y un oratorio el conjunto quedaba más homogéneo; el hilo conductor resultaba más coherente. Abrir la selección a la ópera lo habría complicado todo mucho más.

-Reconozco que no conocía ese concierto para violonchelo con el que abre el CD.

-Es un concierto muy desconocido, y no sé por qué, porque es muy bonito. Y por una vez la música de Caldara suena a música veneciana. Aunque lo escribe con acompañamiento de dos violines y bajo, sin parte de viola, lo que era más habitual en compositores napolitanos que en venecianos, suena al tipo de concierto virtuosístico que escribían otros compositores venecianos. Está muy bien escrito para el instrumento, y resulta muy brillante. Quería mostrar un abanico de obras lo más diversas posibles, así que quise meter este concierto. Tuve más lío con las Sonatas, porque las conozco mucho. Y no es de lo mejor de Caldara. Son irregulares. Hay algunas preciosas pero otras no son demasiado inspiradas. Por eso escogí sólo una completa y luego algunos movimientos que me parecen especialmente buenos. Llegué a contemplar la posibilidad de grabar la integral de las dieciséis sonatas, pero luego pensé que es una integral que ya está hecha y además no son todas igual de buenas, y algunas no le hacen justicia al compositor, que escribió estas obras el último año de su vida, a saber en qué condiciones.

"Tuve más lío con las Sonatas, porque las conozco mucho. Y no es de lo mejor de Caldara. Son irregulares. Hay algunas preciosas pero otras no son demasiado inspiradas".

-La Sinfonia a violoncello solo es algo más conocida, pero las Lecciones son también obras por completo inéditas.

-Totalmente. Encontré esta colección de Lecciones por sorpresa en una biblioteca de Viena, sin editar ni nada. Un libro de ejercicios. Curioso, una cosa más pedagógica, pensé en principio. Así y todo conseguí una copia, y mirándolas en casa, me di cuenta de que había algunas extraordinarias, y ahí se reflejaba lo buen compositor que era Caldara, que aunque hiciera algo pedagógico para el violonchelo podía lograr resultados musicalmente maravillosos. Merecía la pena sacar al menos tres de ellas. Algunas de las Lecciones estaban sin cifrar y otras, cifradas. Así que escogí una sin cifrar para tocarla con dos cellos, como si fueran el profesor y el alumno en clase, y dos con cifrado, que hicimos ya con más instrumentos como bajo continuo.

La Ritirata durante la grabación del disco. La Ritirata durante la grabación del disco.

La Ritirata durante la grabación del disco. / Tamar Lalo

-En algunas obras utiliza un salterio en el bajo, lo cual es muy infrecuente.

-Me gusta tener un continuo lo más amplio posible para conseguir una gran variedad tímbrica, y por eso, como en el otro disco que dedicamos a Caldara, he querido meter el salterio, porque en la corte de Viena era popular y habitual, muy típico de allí (quizás en Italia también se usaba). Caldara tiene arias con salterio obligado, lo que sí resulta absolutamente excepcional. Hay algún otro compositor poco conocido que también tiene alguna, pero es muy raro. En las obras que hemos grabado no hay partes obligadas, pero tenemos investigaciones sobre el uso del salterio en el continuo. De hecho, Franziska Fleischanderl, que ya colaboró con nosotros en el disco de las óperas cervantinas, aparte de ser una gran intérprete de salterio barroco (tiene uno original, precioso), está justo acabando su doctorado sobre el uso del salterio en Austria e Italia; sabe muchísimo sobre el uso apropiado del instrumento en esta música, y todos aprendemos mucho de ella. El resto del continuo es el habitual. Pero es cierto que allí donde está el salterio le da un color diferente. Por eso en los dos movimientos centrales de la Sonata III le di mucho protagonismo.

-Eugenia Boix y Luciana Mancini cantan por primera vez en un disco de La Ritirata.

-Sí. Con las dos he trabajado mucho. Y teníamos la espinita del disco. Me he alegrado mucho de haber podido contar con Eugenia y que sea ella la que haya grabado esa cantata inédita. Con Luciana estudié en La Haya, y coincidí luego con ella muchas veces en L’Arpeggiata. Hemos hecho algunas cosa juntos, pero nunca un disco, por lo que también me ha hecho mucha ilusión. De nuestros tiempos de estudiantes, yo recordaba que le encantaba Caldara. Muy contento con las dos.

"Me he alegrado mucho de haber podido contar con Eugenia y que sea ella la que haya grabado esa cantata inédita"

-¿Cómo ha afectado la pandemia al lanzamiento del disco?

-En principio iba a salir en abril. Se retrasó hasta mayo la salida en su versión digital; el CD físico no saldrá hasta principios de junio. Teníamos una gira muy importante entre abril y mayo por el Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid, la Filarmónica de Lugo, un ciclo de música sacra que hay en Las Rozas, el Teatro de la Zarzuela y alguna cosa en Alemania… Lógicamente, se ha cancelado todo. La idea es intentar recuperar la mayoría a finales de año. 

-Cómo salimos de esta situación.

-Yo tengo la suerte de tener un ritmo de conciertos muy alto, y eso es un colchón, no estoy viviendo una situación personal terrorífica, pero si veo a compañeros que trabajan con contratos de día, y de repente se han visto sin conciertos, sin cobrar nada, en una situación dificilísima. Aquí se cobra siempre a concierto hecho. Nadie valora los meses que has tardado en producir el concierto, la búsqueda de los manuscritos, el hacer las ediciones… Horas de trabajo que nadie te paga si el concierto se cancela. Y para mucha gente está siendo muy duro. La comparación con otros países es cruel. Por ejemplo, en la Elbphilharmonie de Hamburgo crearon una fundación y dieron opción a la gente que ya tenía entradas de contribuir a la fundación sin pedir la devolución del dinero para así poder pagar a los artistas. A nosotros nos han pagado íntegramente. En Dresde, donde hay otros festival importante, han decidido mantener una iniciativa de conciertos online, pero a los músicos les pagan.

"tenemos la confirmación de tres de los festivales en los que íbamos a tocar en agosto: Santander, la Quincena Donostiarra y los Jardines del Alcázar de Sevilla"

-¿Y qué me dice de las medidas anunciadas?

-Me alegra que se anuncien medidas, pero todo es muy precario aún. Nos está costando un poco arrancar. Pero así y todo lo veo mejor que hace un mes o dos. Al menos, ya se anuncian algunas medidas, y ya hay festivales que van a poder operar este verano. De hecho, tenemos la confirmación de tres de los festivales en los que íbamos a tocar en agosto: Santander, la Quincena Donostiarra y los Jardines del Alcázar de Sevilla. Todos tienen la idea de ajustar espacios y aforos para poder seguir adelante. Es una gran noticia. Además como habrá muchos artistas extranjeros que no podrán o no querrán viajar, van a rellenar la programación con músicos españoles. Me parece una gran idea. Si nos comparamos con Alemania o con Holanda, está claro que tenemos que ponernos un poco más las pilas, pero soy más optimista que hace unas semanas.

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