Músicas contra la peste | Chopin

Chopin entre psicodelias

Frédéric Chopin ( Żelazowa Wola, 1810 - París, 1849) en fotografía de Louis-Auguste Bisson (1849).

Frédéric Chopin ( Żelazowa Wola, 1810 - París, 1849) en fotografía de Louis-Auguste Bisson (1849). / D. S.

Poeta del piano. Cuánto daño hizo durante mucho tiempo esta forma de referirse a Chopin, llamado a representar la imagen trágica y prototípica del artista romántico, la del exiliado que muere joven consumido por la tuberculosis, tocado por la mano divina de la gracia, autor de una música sentimental, delicada hasta lo enfermizo, que por eso se escuchaba tantas veces en interpretaciones de una sensibilidad de repostería, meliflua hasta los límites del coma glucémico.

Por supuesto que Chopin representaba en el París de los virtuosos un tipo muy especial de pianista. Su aversión a las grandes salas de concierto, su rechazo al pianismo atlético de un Liszt, lo destinaban a la intimidad de los salones y hacían que la mejor forma que tenía de conectar con un público amplio fuera la edición de sus obras. Por eso resulta extraño que nunca quisiera publicar una de sus piezas más hermosas, una obra escrita en 1835, pero que sólo se daría a conocer veinte años después, cuando el compositor llevaba seis años muerto. Fue su amigo Julian Fontana quien la editó con el título de Fantasía-Impromptu y el número de opus 66.

Por supuesto que la música de Chopin tiene un importantísimo componente lírico, que encontró en las formas breves su camino ideal para la expresión de una sensibilidad tierna, exquisita, apasionada, pero esa es sólo una parte de la historia. La otra es la de un músico de una capacidad de invención innovadora e inquisitiva, que usó el color armónico como nadie en su época, anticipando procedimientos que serían comunes varias décadas después de su muerte. Y aquí, en esta obra lo encontramos así, al Chopin del cromatismo y de las enarmonías (do sostenido contra re bemol). Obra gozosa, a la vez virtuosística y elegante, que mezcla pasajes contemplativos con movimientos agitados, quietud con turbación, lirismo con drama. Pura poesía del piano, sí, pero asomada a la ventana del futuro.

Uno de los grandes talentos jóvenes del instrumento, el ruso Daniil Trifonov toca la Fantasía-Impromptu en esta grabación de noviembre de 2018 realizada en un contexto especial, el de los recitales berlineses de la Yellow Lounge, ciclo de conciertos ofrecidos en bares, discotecas y espacios similares en los que, entre proyecciones de imágenes y luces psicodélicas, grandes figuras del clásico alternan con dj's. El ambiente, como se ve, dista mucho del convencional. El embrujo de Chopin es el mismo.

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