Adolfo Carrillo. Cantante de Denueve

"Siempre hemos tenido claro que hablar de música 'indie' es una auténtica falacia"

  • El grupo cordobés se despide de los escenarios con un nuevo trabajo, 'Sagrado corazón', tras 12 años de trayectoria en la que han grabado cinco discos de estudio, un recopilatorio y un álbum en directo.

El grupo cordobés Deneuve, que inició su trayectoria en 2001, ha comenzado una gira de despedida en la que está presentando su último disco, Sagrado corazón. El pasado mes ofreció en Córdoba el primer concierto de esta última etapa que culmina tras cinco álbumes publicados, un recopilatorio y un trabajo grabado en directo.

-¿Cómo es este último trabajo, Sagrado corazón?

-Realmente es un trabajo que teníamos claro desde hace dos años y medio, que fue cuando anunciamos nuestra despedida. Lo único que teníamos claro era el título del disco. Fue una decisión tomada con mucha antelación, incluso antes de tener ninguna canción. El propio título es un resumen de nuestra carrera porque contiene dos palabras, una absolutamente profana y la otra absolutamente sacra, una mezcla entre lo trivial y lo emocional, entre lo carnal y lo espiritual, una mezcla de los conceptos que siempre hemos manejado como grupo.

-¿Qué temáticas hay en este disco?

-Generalmente, incluso haciendo ejercicios de introspección, siempre hemos hablado de amor, o si se quiere ver de otra manera, de desamor. Nuestras vidas personales y nuestra actitud ante la vida es absolutamente positiva pero es verdad que a mí siempre me gusta definirnos como un grupo de gente feliz que hace canciones tristes. En el fondo es casi un demérito nuestro, es decir, realmente nos cuesta mucho trabajo profundizar en otros sentimientos que no sean los negativos o dolorosos, aunque luego nuestra vida es absolutamente feliz.

-¿Por qué decide separarse el grupo?

-Yo no lo sé. Quiero decir, son decisiones que se toman a veces sin haberlas racionalizado, son cosas que sabes, por ejemplo, cuando una relación de pareja se acaba y no hay un porqué. Todo tiene caducidad, todo tiene un ciclo, las cosas empiezan y se acaban y creo que éste era un buen momento. Podíamos haber estado muchos años más haciendo buenas canciones, no ha sido una decisión tomada por haber llegado a un nivel de estancamiento o por temor a no hacer canciones de calidad. Creo que nos hemos despedido en lo más alto a nivel creativo. Pero no sabría decir exactamente el porqué.

-¿Qué balance hace de estos años?

-Con el paso de los años las cosas se relativizan y uno no es enteramente consciente de adónde ha llegado. Lo que tenemos claro es que si a nosotros hace diez u once años nos hubieran dicho que íbamos a hacer cinco LP, a grabar un disco en directo en Barcelona, un recopilatorio, tocar por toda España y que las personas que acuden a nuestros conciertos se saben las letras de nuestras canciones, pues seguramente no nos lo hubiéramos creído. Nunca nacimos con vocación de entretenimiento sino de trascender. Es verdad que somos un grupo de pocos pero muy seguidores de la banda. Nos sentimos muy orgullosos de la coherencia de nuestra carrera y del punto al que hemos llegado de poder revisar discos en la misma discográfica, sin contradicciones, haciendo las canciones que siempre hemos querido hacer.

-¿Cambiaría algo de la trayectoria del grupo?

-Ser rico, pero éramos conscientes de que eso no iba a ocurrir nunca. No hemos tenido nunca servidumbres. Siempre hemos tenido claro que hablar de música indie es una auténtica falacia. Es decir, en la escena indie hay grupos indies y hay grupos absolutamente comerciales, así como hay grupos indies en la escena comercial. Al final, la actitud es lo que denota la independencia de una banda y nosotros hemos sido siempre absolutamente independientes. Eso no lo cambiaría bajo ningún concepto. Eso fue una decisión premeditada. Nosotros siempre quisimos pertenecer a la escena independiente, hasta el punto de que eso nos ha supuesto ser un producto extravagante en la medida en que siempre hemos cantado sobre lo mismo, en el mismo idioma... Hemos hecho siempre, de una manera independiente, lo que hemos querido. Eso tiene también sus desventajas.

-¿Cómo ha sido la relación de Deneuve con la crítica?

-Nos hemos sentido bastante privilegiados. Lo que pasa es que vivimos en una época en la que todo es absolutamente efímero, los productos tienen una vigencia muy corta, hay una necesidad imperiosa de impactar y es verdad que el impacto que pudimos producir con los primeros discos con el paso de los años se ha relativizado por parte de la crítica, pero siempre nos hemos sentido muy orgullosos de su tratamiento. Nos han relacionado con una música adulta y eso ha sido muy importante.

-¿Cómo ve el panorama musical cordobés? En un mes dos importantes grupos como Limousine y ahora Deneuve han anunciado su separación...

-Creo que no vivimos la mejor época. Hay un tremendo vacío pero no porque Deneuve y Limousine simultáneamente hayamos dejado esto, sino porque esa cierta efervescencia creativa que hubo a principios de los 2000 en Córdoba no la hay ahora, pero entre otras cosas porque la ciudad en su conjunto tampoco está por la labor. Cada vez hay menos salas, menos conciertos, más público de modas pero menos de creatividad... Probablemente, ahora estemos en una de las mayores crisis desde que yo tengo contacto con la escena cordobesa y es preocupante. Aunque Córdoba es una ciudad con gente muy creativa y estoy convencido de que son ciclos. Cambiará.

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