Uno de los tradicionales apoyos con los que ha contado durante años la Orquesta Barroca de Sevilla ha sido el de la Universidad Hispalense, que durante años la ha llamado para celebrar musicalmente el día de la comunidad universitaria (Santo Tomás de Aquino, 28 de enero) y la clausura del curso. Hay que lamentar la desaparición de aquel Proyecto Atalaya por el que la universidad subvencionaba la investigación, interpretación y grabación de obras exhumadas de los archivos de las catedrales andaluzas y que tan brillantes resultados ofreció durante años, pero al menos se mantiene el vínculo entre el Alma Mater y la OBS.

Para el concierto de este jueves el conjunto sevillano ha diseñado un programa que retrata a la perfección las que han sido las líneas maestras de su recorrido durante estas décadas: la mirada a nuestro patrimonio musical y la ambición de batirse con otros conjuntos internacionales en la interpretación del gran repertorio europeo. En el primer apartado destaca la selección de obras de dos de los principales compositores españoles del siglo XVIII. José de Torres (ca. 1670-1738) representa la transición desde el estilo tradicional hispánico del último tercio del XVII al italianismo de principios del XVIII. Por su posición en la Real Capilla en la turbulenta etapa de la llegada de los Borbones a la corona española, fue testigo privilegiado de la renovación musical traída por músicos y compositores italianos protegidos por los nuevos monarcas. En cantatas como Bosques umbrosos se observa esa ambivalencia entre el lenguaje italiano del recitativo y aria y la pervivencia de formas tradicionales como la seguidilla y el Grave final.

También en la Real Capilla desarrolló su vida musical José de Nebra (ca. 1702-1768), quien llevó la internacionalización del estilo musical español a su máximo nivel, hasta el punto de que puede equipararse su música perfectamente a la que se hacía en la Europa de su momento. Muestra de su temprana madurez es su colaboración en la ópera colectiva Amor aumenta el valor. Para conmemorar en Lisboa los enlaces dobles entre infantes españoles y portugueses en 1728, Felipe Falconi, Jaime Facco y Nebra compusieron cada uno una parte, de las que se han conservado sólo las partes de Facco y Nebra. De éste se interpretarán las arias “Adiós, prenda de mi amor” y “Sopla hacia allí.

Del panorama musical continental del momento la OBS ha elegido los nombres de Francesco Durante, Antonio Vivaldi y Georg Friedrich Haendel. El primer representa con un concierto para cuerdas y continuo a la escuela napolitana, de tanto influjo sobre la música española a través de las vinculaciones políticas entre España y Nápoles. La escuela veneciana viene representada por uno de los treinta y nueve conciertos para fagot que nos han llegado de la mano de Antonio Vivaldi. Y del mejor compositor de óperas del momento, Haendel, se podrán escuchar las maravillosas arias “Scherza infida”, de la ópera Ariodante y “Sorge nell’alma”, de Imeneo.

La OBS cuenta para la ocasión con la participación, por primera vez, de la emergente soprano Lucía Caihuela. Formada en esa cantera de intérpretes historicistas que son los conservatorios holandeses, Caihuela seduce por las tonalidades sombreadas de una voz con cuerpo, de sobrado volumen y de una gran capacidad de matización en su fraseo. Para la parte solista de fagot se cuenta con Eyal Streett, habitual del conjunto sevillano, mientras que para la parte de concertino y dirección se contará con Adrián Linares, también de formación holandesa y habitual en diversos grupos españoles.