Mapa de Músicas

Los paraísos perdidos

  • Accademia del Piacere edita en disco su trabajo de fusión de la música barroca y el flamenco junto al cantaor Arcángel.

Las idas y las vueltas. Arcángel. Accademia del Piacere. Fahmi Alqhai. Alqhai & Alqhai (CD + DVD) (Diverdi).

Las tesis que relacionan flamenco y música barroca no son nuevas, pero nunca habían sido llevadas a la práctica con el nivel técnico de ejecución y la complicidad que muestran en este trabajo Arcángel y sus músicos por un lado y Fahmi Alqhai y los suyos por el otro.

La teoría es relativamente sencilla: el descubrimiento y conquista de América propició un encuentro inédito entre tres grandes espacios civilizatorios que habían vivido hasta ese momento de espaldas (el europeo, el africano, el americano) y de su mezcla surgieron realidades nuevas que transformaron por supuesto a los pueblos colonizados y esclavizados, pero también a los conquistadores. Las naves españolas cruzaban el Atlántico llenas de esclavos, frailes, maestros de capilla, vihuelas, sacabuches y libros de misas y villancicos, pero cuando regresaban a la península no sólo llegaban cargadas de plata, tomates, patatas y tabaco, sino también de una forma nueva de entender todo ese torrente cultural (y más específicamente, musical, pues de música se habla aquí), que dio lugar al surgimiento de aires, ritmos y colores nuevos que, andando el tiempo, son perfectamente reconocibles en las estructuras flamencas, una música abierta de par en par, por más que los puristas desearan lo contrario.

El desafío que se plantearon el violagambista sevillano Fahmi Alqhai y el cantaor onubense Arcángel era cómo trabajar con esas raíces comunes, que derivaron en universos estéticos muy diferentes, para integrarlas en una unidad artística a la que no se le notaran las costuras. No se trataba pues de superponer los dos lenguajes musicales ni de colocarlos de forma adyacente, uno junto al otro, sino de fundirlos, de manera que el flamenco funcionara bien con el color y el estilo de los instrumentos barrocos y la música antigua pudiera acoger sin trastornos el desgarro de una voz flamenca o el rasgueo de sus guitarras. Había en definitiva que recrear un paraíso perdido (ese que nunca existió, pero cuya imagen resulta inspiradora).

Los resultados son más que plausibles. Aunque pueda haber pequeños puntos de fricción, se aprecia un esfuerzo por encontrarse permanentemente, no sólo en las líneas melódicas, rítmicas o armónicas básicas, que son las que mantienen el entramado en pie, sino también en un quiebro rítmico, un detalle de color, una cadencia... No es fácil que dos voces tan distintas como las de Arcángel y Mariví Blasco congenien siempre, aunque en jácaras y guarachas, que se hacen bulerías y guajiras, la combinación de ambas resulta espectacular.

El encuentro se materializa igualmente en la mezcla cabal de la guitarra y las percusiones de uno u otro tipo con los timbres de violas da gamba, violone, flautas dulces y cuerdas pulsadas (incluido un laúd árabe, lo que suma otro ingrediente al potaje). El CD refleja un momento concreto de un espectáculo abierto, como deja claro el último corte y muestra bien el documental adjunto en DVD, en el que sus posibilidades de desarrollo se aprecian, a partir de la improvisación, en momentos escogidos de su presentación el pasado año en el Festival de Granada. La próxima Bienal de Sevilla será ideal para comprobar el estado de ese desarrollo.

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