En realidad, se trata de una fiesta de la música, proyectada sobre un gran angular, global y caleidoscópico. El próximo lunes, día de resaca tras la gala de entrega de premios, habrá quien se quede, a modo de recuerdo, con aquel estrambótico vestido visto en la alfombra roja, con ese otro dueto inesperado, pero los verdaderos amantes de la música creerán seguir escuchando ese riff de guitarra o aquel frenético redoble de batería. La MTV, o la música entendida de muy diferentes maneras, de lo local hasta lo global, llega a Sevilla.

Coincidiendo con la noche de Halloween, la música en directo comienza este jueves en el Cartuja Center, con el denominado Vodafone Yu Music Show. Es el tramo de la oferta más para todos los públicos de los MTV European Music Awards 2019, y es que si algo caracteriza a la cadena televisiva es su flexibilidad. Históricamente ha conseguido reunir en su programación propuestas de consumo rápido, es decir, los hits del momento, con otras de más profundo calado musical.

Después de tantos años, Operación Triunfo sigue siendo un criadero de fulgurantes estrellas, muchas de ellas pasajeras. Amaia, Alfred o Aitana, que es precisamente quien abrirá este ciclo de conciertos, siguen la senda de David Bisbal o Manuel Carrasco. Aitana encaja a la perfección en el concepto popstar: música sin complicaciones, repleta de estribillos fáciles y pegadizos. Junto a ella figura en el cartel Don Patricio, uno de los reyes de Spotify, ese reino sin fronteras en el país de la música en streaming. El rapero canario, de verbo ligero, provocación adolescente y sonido de playa de postal, a buen seguro hará las delicias del público más joven.

La banda sevillana Derby Motoreta’s Burrito Kachimba.

Este viernes, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, ese espacio-comodín de la geografía cultural sevillana, acogerá el denominado MTV Music Week, o dicho de otro modo, una cita al gusto del consumidor (festivalero). Al escuchar a los sevillanos Derby Motoreta's Burrito Kachimba, una de las sorpresas de la temporada, es inevitable recordar las palabras de aquel poeta que afirmaba que lo "rabiosamente moderno" era pretender escribir hoy como Góngora. Los Motoreta quieren sonar como los primeros Medina Azahara, con un deje del mítico Jesús de la Rosa, cantante de Triana, y con el sinfonismo de los Led Zeppelin más lisérgicos. El remate de la propuesta es una estética quinqui tan lograda que bien podrían haber formado parte del reparto de cualquier película de José Antonio de la Loma.

"Todos mis amigos se llaman Cayetano", así comienza el hit de Carolina Durante. Cada cierto tiempo, el pop-rock español ofrece un grupo descarado, ramoniano y guitarrero sin concesiones, y así tuvimos a Los Nikis, a Los Ronaldos, a Triángulo de Amor Bizarro, más recientemente, y ahora a Carolina Durante, que también destilan sin tapujos a los primeros Siniestro Total que cantaban al Ayatollah Jomeini. En directo, Carolina Durante son un bombardeo constante de distorsiones, baterías a cañonazos y saltos por doquier.

Carolina Durante.

Seguramente, los cuatro componentes de Viva Suecia lleguen hasta el Monasterio de la Cartuja a bordo de esa furgoneta en la que el himno del Sevilla es un eco permanente, huella sonora de su anterior propietario: El Arrebato. Acaban de publicar El milagro, uno de los discos que, con toda probabilidad, copará las primeras posiciones en todas las listas anuales que habrán de llegarnos en los próximos meses. Los suecos murcianos, en muy poco tiempo, han dado muestras de una progresión más que evidente, que plasman en sus nuevas canciones, ya libres de referencias. Emocionante tal vez sea el adjetivo más adecuado y preciso para definir su puesta en escena.

En el mundo festivalero, una broma se repite con frecuencia: sea el cartel que sea, no puede faltar en él Love of Lesbian. Tanto es así que no faltará tampoco en esta cita, cerrando la noche de mañana en el CAAC. Salvando (muchísimo) las distancias, estos The Cure barceloneses con un Robert Smith de voz rasgada, a lo largo de los años, los conciertos y las canciones, sobre todo, han logrado definir un sonido personal que los ha llevado a los primeros lugares de la escena española, trascendiendo las fronteras del llamado indie. Love of Lesbian cuenta con algunos de los grandes himnos festivaleros, como es el famoso John Boy, que con toda seguridad volverá a sonar en el Monasterio de la Cartuja.

León Benavente.

Los fans de Green Day tuvieron que soportar las colas, virtuales, igualmente contadas en minutos, como números en una pescadería kilométrica, el 896, el 457, el 369, para conseguir las entradas para ver el concierto que ofrecerán en la Plaza de España, ese espacio que es, como dicta la tradición de las crónicas, un marco incomparable. Y es que poder asistir a un bolo de la banda californiana liderada por el siempre despeinado y ojeroso Billie Joe Armstrong por sólo 10 euros no sucede todos los días.

Estos surferos punkarras, desafiantes a jornada completa, guitarreros hasta decir basta, además de muy comprometidos políticamente coronan el cartel del sábado, denominado MTV World Stage. Les acompañan los británicos The Struts, que son como unos Queen noventeros, sólo que sin su Freddie Mercury y habiendo escuchado mucho a Oasis, por simplificar. También anunciados para el sábado, los españoles León Benavente, una de las grandes sensaciones de los últimos años: letras directas y enérgicas recitadas por el alcalino –por las pilas que debe gastar– Abraham Boba, al servicio de un directo en el que se mezcla lo teatral y lo trepidante con un discurso muy definido, lo cual no es poco.

Cerrará la semana más sevillana de la MTV la gala de entrega de premios en Fibes, que también contará con diversas actuaciones, algunas ya anunciadas, sorprendentes otras, con duetos imprevistos (las apuestas señalan a Rosalía...). Una gala en la que Liam Gallagher, el cantante de los grandes y peleados y disueltos Oasis, recibirá el premio Rock Icon de esta edición de los premios europeos de la cadena televisiva. Su hermano Noel, ejem, no ha confirmado asistencia. La música como espectáculo, como una fiesta, desde la globalidad y la incertidumbre.