'Jazz images' de William Claxton | Crítica

Escuchar con la mirada

  • Un libro agrupa las fotografías que William Claxton realizó en los 50 y 60 a las grandes fuguras del 'blues' y el jazz

El gran trompetista Donald Byrd, retratado por William Claxton en el metro de Nueva York en 1959.

El gran trompetista Donald Byrd, retratado por William Claxton en el metro de Nueva York en 1959.

Charlie Parker tocando su saxo alto junto a un joven Chet Baker sobre el escenario de un local de Pasadena en 1953; el trompetista Clifford Brown dialogando con el batería Max Roach en un descanso en un estudio de grabación de Los Ángeles en 1954; un concentrado Art Blakey junto al pensativo Lee Morgan durante un directo en Filadelfia en 1960; John Coltrane posando el mismo año en una de las rampas del Museo Guggenheim de Nueva York; Art Pepper escalando una de las colinas de Los Ángeles con su saxo alto a cuestas; el desafiante cruce de miradas entre Charles Mingus y Eric Dolphy...

Además de ellos, Miles Davis, Anita O'Day, Ella Fitzgerald, Sonny Rollins, Dave Brubeck, Thelonious Monk, Ray Charles, Nat King Cole, Antonio Carlos Jobim, Sarah Vaughan, Dinah Washington o Muddy Waters también fueron cazados por el objetivo de su cámara a modo constatación gráfica de la época dorada del jazz.

El responsable de tan valiosa colección fue William Claxton (1927-2008), un fotógrafo cuyas primeras tomas profesionales en 1951 situaron en su objetivo a un joven y atractivo trompetista de jazz llamado Chet Baker, a quien seguiría durante una década por estudios y escenarios.

Claxton procedía de una familia cuyo ambiente musical (su madre era cantante, su padre coleccioniba discos de big bands) lo empujó desde muy joven hacia los clubes de jazz del área de Los Ángeles: Duke Elington, Gerry Mulligan o el propio Charlie Parker protagonizaron unas primeras instantáneas que atrajeron la atención de Richard Bock, fundador del sello Pacific Jazz, uno de los más representativos del sonido West Coast y el cool jazz.

Entre 1953 y 1957, ya como director artístico del mismo, firmó numerosas portadas de discos cuyo contexto se ubicaba en exteriores de la soleada California, lejos de los humeantes y nocturnos ambientes que hasta entonces habían definido el arquetipo jazzístico. Como él mismo lo denominó, "jazz para los ojos".

Claxton no se limitó al mundo del jazz sino que trabajó además para la industria cinematográfica, tomando imágenes de su amigo el actor Steve McQueen o de la cantante Barbra Streisand. También en otras esferas musicales, como evidencian sus fotografías de Bob Dylan y de otros protagonistas situadas en las portadas de cabeceras del peso de Life o Vogue.

Portada del libro. Portada del libro.

Portada del libro.

Graduado en Psicología en la Universidad de California, sus fotografías supieron ir más allá de la mera estética de cada músico o escena para capturar a través de su manejo de la luz y el color la esencia vital y artística que aquellos transmitían mediante su música. En algunos casos de la mano de la directa toma de su interpretación pública, en un estudio, club o festival, y en otros penetrando en la intimidad de su hogar o su camerino para escarbar en su vertiente más privada y distendida como en el caso de las fotos del saxofonista Coleman Hawkins o del compositor y director Gil Evans descansando junto a su piano sentado en el suelo de su casa de Nueva York en 1958.

Después del dedicado a Jean-Pierre Leloir, este nuevo volumen de la colección Jazz Images dirigida por el distribuidor, productor y coleccionista de jazz barcelonés Jordi Soley, agrupa una importante selección de su obra fotográfica, de dominante blanco y negro pero con incursiones en el color, aderezada con textos, en inglés, francés y español, suscritos por los especialistas Howard Mandel y Pascal Anquetil.

Portadas de álbumes emblemáticos como At The Lighthouse (1960) del Cannonball Adderley Quintet, The Shape of Jazz to Come (1959) de Ornette Coleman o Chet Baker & Crew y The Artistry of Pepper (ambos de 1956) de Art Pepper comparten protagonismo con calles o el metro de Nueva York, camerinos y escenarios de festivales como Monterrey, playas de California, sesiones de grabación de Los Ángeles o los Paramount Studios de Hollywood, con Louis Armstrong y Danny Kaye rodando en 1958 The Five Pennies (en España, Tu mano en la mía). Escenarios elegidos por William Claxton para poner en práctica aquel consejo que daba a todos quienes querían valorar su trabajo: "¡Escuchen con la mirada, con los ojos!".

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