"Por qué no sacas a tu perro a pasear" es una de las preguntas que les hago a las personas que tienen gatos en sus hogares. Yo tengo un perro, lo saco tres veces al día e incluso en algunas ocasiones siento que debería salir más tiempo para disfrutar de la calle, la gente y socializar con otros animales.
Sin embargo, cuando les pregunto a mis amigas que tienen gatos el motivo por el que sus felinos no pisan la calle, todas tienen respuestas diferentes: "le da miedo la calle, una vez intenté que subiera a la azotea y casi se tira", "ya es mayor y no tiene sentido", "a mi gata es que le encanta estar en casa" o incluso me dicen "ni me lo planteo, si cuando vienen visitas a casa se esconde porque no le gusta la gente".
Es cierto que los gatos son una especie muy territorial, apegada a la zona donde vive y al que le gusta la rutina. Aunque este último dato se aplica también a otras mascotas domésticas, ya que a todos ellos les gusta tener su rutina. Con esto no se pretende que se le obligue a salir de su hogar, pero sí ver si se le podría dar la oportunidad.
La idea de sacar a tu felino a pasear podría ser beneficioso o no para él, pero esto dependerá de la edad que tenga, su personalidad, su pasado (si anteriormente ha vivido en la calle, si fue rescatado de un refugio, etc) y de sus propios intereses. La personalidad del gato es fundamental para determinar si podría resultarle interesante conocer el mundo exterior o por el contrario lo mejor sería que se quedara en casa.
Aspectos a tener en cuenta a la hora del paseo
-Los gatos necesitan sentir que tienen el control sobre su entorno en todo momento.
-Poner un arnés o una correa podría resultar todo un desafío si nunca ha sido vestido con nada. Por el contrario, si desde cachorro ha estado acostumbrado a vestirse (arnés, ropa, collares, etc) resultará mucho más fácil.
-Por este motivo, si tienes un gato pequeño de entre 2 y 9 semanas de vida será más fácil que aprenda a no tener miedo a nuevas experiencias, personas desconocidas o a que le pongan arnés o correas. A partir de las 10 semanas será más complicado que aprenda, ¡aunque no imposible!.
-Si te decides a sacarlo a la calle, intenta que sea en zonas tranquilas en las que no haya muchos perros o ruidos de coche. Para tu gato será una mejor experiencia que pasear entre coches y mucha gente.
-Olvídate de collares y correas en el cuello. El arnés es el elemento más seguro para los gatos ya que impide que pegue tirones y se haga daño en el cuello. Ve poco a poco. Deja el arnés en el suelo, para que tu gato pueda olisquearlo, y pon premios cerca. Coloca el arnés sobre el cuerpo de tu amigo, para que pueda acostumbrarse al peso. Tu gato asociará, al principio, el arnés con el hecho de sentirse agarrado. Quítaselo, y dale algunos premios más para desensibilizarle del peso del arnés (y que lo vea de un modo menos negativo). Y practica dentro de casa antes de salir.
-Tienes que estar muy pendiente de él, sobre todo en las primeras salidas. Si notas que se eriza con facilidad o no está a gusto, lo más recomendable es dejar que se quede tranquilo en casa. En ningún caso debes obligarlo a salir. Inténtalo poco a poco.
-Ten en cuenta que los gatos domésticos viven en dos ambientes: unos tienen la suerte de vivir en una casa con terraza, jardín o balcón y otros viven en pequeños pisos donde apenas les da el aire fresco. Para el que viva en un piso todo será mucho más novedoso a la hora de salir a pasear, por lo que es importante tener este aspecto en cuenta.
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