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La calefacción del coche consume combustible, ¿mito o realidad?

Calefacción del coche.

Calefacción del coche.

Con la llegada del frío la calefacción del coche se convierte en un imprescindible cuando lo cogemos para ir al trabajo. En las frías mañanas, es obligatoria encenderla cuando nos montamos en el vehículo, al menos para calentar un poco el automóvil, sobre todo si estaba aparcado en la calle.

Pero debido al alto precio del carburante los conductores intentan ahorrar el máximo para tener que acudir a la gasolinera lo menos posible. Por lo que hay una pregunta que ahora se hacen muchos de ellos: ¿la calefacción consume combustible?

La respuesta es que no. Usar la calefacción no supone un gasto extra de combustible y es debido a que se aprovecha del calor del motor para funcionar, por lo que cuando acabas de arrancarlo y enciendes la calefacción va a necesitar un pequeño tiempo para que el aire que despida sea caliente.

Aunque según cuenta el blog del RACC, el ventilador que hace pasar el aire al interior del coche "consume energía eléctrica que viene de la batería, que a su vez es cargada por el alternador, que sí consume combustible", aunque muy poco.

Algunas recomendaciones a la hora de conectar la calefacción del coche son, por ejemplo, encender el aire que 'apunta' a la zona de los pies, ya que el aire caliente tiende a subir, por lo que se repartiría por todo el vehículo. También se aconseja que la temperatura se sitúe entre los 19 y 22 grados, pues si hace demasiado calor podría favorecer la aparición de la somnolencia, algo muy peligroso al volante.

Algunos trucos para ahorrar gasolina

Para ahorrar combustible hay algunos trucos sencillos de realizar que a la larga nos pueden hacer ahorrar una buena cantidad de dinero. El primero es comprobar la presión de los neumáticos para cerciorarnos de que vayan hinchados a la que dice el fabricante. Pues sino el consumo de gasolina es mayor.

Planificar bien la ruta que vamos a tomar para llegar a nuestro destino también es recomendable, para así evitarnos conducir más de la cuenta, con el gasto de combustible que acarrearía. Así como hacer una limpieza en el vehículo y dejar dentro lo imprescindible, pues un exceso de carga hace que necesite consumir más gasolina.

Mantener una velocidad uniforme es la manera de conducir con la que se gasta menos combustible. Hay que intentar evitar los 'acelerones' y frenazos y llevar el vehículo de manera suave. El uso de marchas 'largas' también hace que se consuma menos gasolina, por lo que (respetando siempre los límites de velocidad) se recomienda utilizar la cuarta o la quinta, para que el coche vaya a bajas revoluciones.

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