La contaminación atmosférica en Europa causa daños a la salud y al medio ambiente por valor de más de 300.000 millones de euros al año. Un dispendio lo suficientemente peligroso como para que las autoridades pertinentes se pongan serias con el asunto y presenten soluciones para ponerle freno. Uno de los aspectos que más incide en esta contaminación son los coches, que generan contaminación con las emisiones de gases de efecto invernadero, en su mayor parte dióxido de carbono (CO2), por otros gases contaminantes y las partículas en suspensión que generan un empeoramiento de la calidad del aire que se respira en las ciudades.

Da igual que sean modelos de gasolina o diésel, ambos coches contaminan bastante. Por ello, en 2035 se prohibirá la venta en Europa de modelos de combustión y la tendencia es apostar por los coches híbridos y eléctricos. Eso, o arriesgarte a no poder circular por ciertas zonas, como va a ocurrir próximamente en La Cartuja. Pero, si tuviéramos que elegir, ¿qué contamina más: la gasolina o el diésel?

Tanto el diésel como la gasolina tienen un fuerte impacto en el medio ambiente debido a las emisiones de gases que se producen con la quema de estos, siendo unos más contaminante que otros. Bien es cierto que los coches diésel más modernos llevan implementados ya una serie de sistemas que ayudan a su mejor convivencia con el entorno en este sentido, por lo que a la hora de comparar hay que distinguir entre la flota de vehículos previa al año 2014 y a la posterior, que ya presenta dichas mejoras, reforzadas más incluso en los coches vendidos a partir del año 2019. Estos últimos coches respetan las estrictas normas de emisiones y son menos nocivos que los de gasolina. Consumen menos carburante a igualdad de potencia y emiten más de un 10% menos de dióxido de carbono (CO2). Eso sí, respecto a los óxidos de nitrógeno (NOx) es el gasóleo el que libera hasta cuatro veces más que la gasolina en su combustión.

Dos contaminaciones diferentes

Surtidores de gasolina

Por lo tanto, hoy en día podríamos concluir que un coche de gasolina y uno de gasoil contaminan lo mismo, pero de forma diferente. 

Lo que podría decantar la balanza ligeramente a favor del actual diésel es la liberación de partículas y ahí nos veríamos obligados a diferenciar entre los coches producidos antes de 2014 y los que se fabricaron después, ya que ahora son los de gasolina los que emiten una mayor cantidad de partículas finas perjudiciales que los diésel.

Ahora son los de gasolina los que emiten una mayor cantidad de partículas finas perjudiciales que los diésel

Así, antes de 2014 los vehículos diésel eran claramente más contaminantes que los de gasolina, ahora se han igualado e incluso los modelos diésel más modernos llegan a recibir la misma etiqueta medioambiental C que los de gasolina.