Aunque la idea surgió en 2018, el pasado mes de julio la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y Toyota firmaron un acuerdo de investigación que durará tres años para el desarrollo de un rover lunar presurizado. De este modo podrá ser utilizado por los astronautas sin la necesidad de que porten los voluminosos trajes durante la exploración de la superficie lunar, pudiendo así realizar trayectos superiores a 10.000 km.
Estará basado en tecnología de pila de combustible (FCEV) y se llamará Lunar Cruiser, crucero lunar, emparentándolo así con el del Toyota Land Cruiser.
Durante el primer año, el trabajo se desarrollará en torno a las especificaciones y tecnología necesaria para el desarrollo de un prototipo, que se construiría a lo largo del segundo y se probaría durante el tercero. Esta previsto que durante la segunda mitad de la década de los años 20 se lance a la Luna.
El Lunar Cruiser, con tecnología de vehículos eléctricos con pila de combustible, supondría un punto de partida para una futura sociedad establecida en la Luna sobre la que ya se están discutiendo los desafíos que enfrentarían. La pila de combustible emite sólo agua y, por su densidad energética, pueden proporcionar mucha energía.
El Lunar Cruiser tiene 6 metros de largo, 5,2 de ancho y 3,8 de alto, con lo que dispone de un espacio habitable de 13 m3 para alojar a cuatro personas en caso de emergencia, aunque habitualmente sería utilizado sólo por dos. Estaría diseñado para soportar las dura condiciones de radiación y temperatura que se producen sobre la superficie lunar.
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