El Suzuki Jimny ya está definitivamente de vuelta a los concesionarios españoles. Se venderá aquí con el apellido Pro y ha sido rediseñado para cumplir con las exigencias de un vehículo N1 furgón, evitando así el impacto negativo de su comercialización sobre las ventas de la firma al homologar como turismo 178 g/km de CO2.

El Jimny Pro, al ser un furgón, deja de pagar impuesto de matriculación si está afecto a una actividad económica, por lo demás, lo que su precio para España es de 20.970 euros.

La única opción para el mercado nacional será la pintura metalizada verde jungle: cuesta 345 euros.

En caso de que el comprador fuese un particular y, por lo tanto, el coche no pudiera considerarse como comercial, debería añadir un 9,75 por ciento de impuesto al precio de tarifa de este modelo, de modo que costaría 23.105 euros.

Como N1, el Suzuki Jimny tiene algunas limitaciones de uso -en cuanto a las categorías para las que puede utilizarse- o legales, como el paso de la ITV con más frecuencia que como turismo: de los dos a los seis años de vida del coche, cada dos años; de ahí hasta los diez, anualmente; luego, semestralmente. También su velocidad máxima legal es menor. En autopistas o autovías es de 90 km/h, lo que supone que circular a más de la velocidad legal para otros vehículos -120 km/h como norma general- y ser “cazado” por un radar, llevaría directamente a una infracción grave con retirada de puntos y sanción de 300 euros. En las carreteras convencionales su velocidad máxima son 80 km/h, por otro lado.

Un todo terreno puro y duro

Al margen de estas circunstancias legales, el Jimny Pro mantiene todo el esquema mecánico que tenía la versión de cuatro plazas que venía vendiéndose hasta hace un año y, por tanto, sus intrínsecas cualidades para moverse fuera del asfalto con enorme agilidad. A su rígido chasis de escalera se suma la tracción total 4x4 Algrip Pro con reductora, además de las excelentes cotas todoterreno: desde la altura libre a los ángulos de entrada, ventral o salida. Estos son, respectivamente, de 37, 28 y 49º. También el doble eje rígido.

Aunque pierde las dos plazas traseras, ninguna de las cualidades dinámicas del Jimny queda alterada. Así sigue siendo un muy ágil TT.

El motor es el 1.5 de gasolina de 102 CV y 130 Nm ligado a una caja de cambios manual de seis velocidades, con el que homologa un consumo de 7,7 l/100 km y, con la reducción de peso -1.090 kilos ahora- unas emisiones de 173 g/km. La velocidad máxima es de 145 km/h.

Suzuki dice haber utilizado colores y materiales adecuados para hacer funcional el interior, cuya parte posterior luce así ahora en esta versión Pro.

Con su nueva disposición, en el habitáculo el Pro prescinde de los asientos traseros -ni siquiera estarán disponibles como opción o accesorio- y se ha creado, en su lugar, una superficie de carga plana. Este maletero abierto tiene 863 litros, 33 más que si el Jimny llevase los asientos abatidos. La superficie queda separada por una rejilla de la zona delantera, donde se sitúan los asientos del conductor y su acompañante.

En el equipamiento figuran la frenada automática en caso de riesgo de colisión, el control de bajadas o la función eCall con llamada de emergencia en caso de accidente.