Normas de tráfico

¿Qué son y cómo circular por las 'turboglorietas'?

  • Estas variantes de las glorietas convencionales distribuyen el tráfico desde la entrada y disminuyen el riesgo de colisión

  • La clave para circular correctamente en ellas es situarse correctamente y respetar las marcas viales

  • ¿Cómo dar de baja temporal un coche que ya no usamos?

Las turboglorietas son capaces de evitar el tráfico por la distribución de sus carriles

Las turboglorietas son capaces de evitar el tráfico por la distribución de sus carriles / DGT

Parece fácil circular por una rotonda, pero, sin embargo, en la práctica muy pocas veces se respeta la normativa y no se circula por los carriles adecuados, provocando el 20% de los accidentes. Además, el 60% de los conductores usa incorrectamente los intermitentes en las rotondas y el 65% de los vehículos no circula por el carril adecuado. La dificultad se multiplica si en lugar de hablar de rotondas o glorietas convencionales nos encontramos ante las llamadas 'turboglorietas', que aún no están tan extendidas por la geografía española y cuentan con elementos especiales que nos obligan a circular de determinada forma cada vez que accedemos a ellas. 

Tal y como explica la Dirección General de Tráfico, las turboglorietas son plazas circulares que distribuyen el tráfico desde la entrada y guían a los vehículos hasta la salida. La clave para circular correctamente en ellas es situarse correctamente y respetar las marcas viales.

En esta animación la DGT explica cómo circular correctamente en una de estas intersecciones de circulación giratoria. En las turboglorietas la zona central no es circular. Los carriles en espiral distribuyen el tráfico y lo hacen más fluido. Una vez en el interior de esta zona hay que observar la señalización: las marcas viales y los paneles indican por dónde ir. Hay que seleccionar el carril adecuado antes de entrar. Cada carril lleva a distintas salidas.

El 60% de los conductores usa incorrectamente los intermitentes en las rotondas

El carril exterior es para girar a la derecha o seguir recto. No permite dar la vuelta completa. La línea continua encauza la circulación impidiendo cambios de carril. Ningún vehículo debe atravesarla.

El carril interior es para seguir recto, girar a la izquierda y cambiar el sentido. La línea continua prohíbe el cambio de carril y evita colisiones

El origen de las turboglorietas

Las turboglorietas nacieron en los Países Bajos en los años 90 para resolver problemas de congestión circulatoria en intersecciones. En España, las primeras fueron construidas en la localidad asturiana de Grado hace ya más de veinte años (2009).

Las turboglorietas tienen un diseño especial y algunas diferencias con las glorietas, pero ambas comparten un elemento común, que a la postre resulta fundamental: los vehículos que circulan dentro de ella tienen prioridad sobre los que pretendan acceder. 

Aunque pueda parecer extraño las valoraciones de la DGT respecto a lo que han aportado las turboglorietas al tráfico desde su implantación son claras. Con las turboglorietas la circulación ha mejorado notablemente. La línea continua es lo que da fluidez. Y si los conductores la respetan, el tráfico es mucho más ágil, evitando las retenciones en cualquiera de las salidas de que disponga, excepto si hay situado algún 'incómodo' semáforo al entrar en las calles colindantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios