El Gobierno ha iniciado su plan para implantar peajes en las autovías. En principio se prevé que la medida este implantada a partir de 2024, pero algunas carreteras serán ya de pago en 2023. Es necesario cumplir las promesas realizadas a la Unión Europea para lograr los últimos fondos de recuperación y recuperar dinero de las inversiones realizadas en infraestructuras en las últimas década aparece dentro de la hoja de ruta marcada, a pesar de que la crisis económica, con la inflación disparada y Putin amenazando al resto de países europeos, sigue siendo galopante. 

No será una medida que afectará a la totalidad de los conductores, ya que el gobierno también se ha encargado de deslizar los vehículos que no tendrán que pagar peajes en las autovías, pero, por otro lado, la medida ya se ha adelantado en algunas vías y serán varias carreteras las que serán de pago en 2023, sobre todo en la zona norte del país. 

Así, tanto la N-102 entre Ariñez y Mariturri (un tramo de 5 km.), la N-622, desde Vitoria al peaje de Altube, y la N-624, carretera que lleva al aeropuerto de Foronda, ya han sido consideradas de pago por la Diputación de Álava, que estudia nuevos tramos de peajes. Alguno de ellos podría afectar a la A-1, la famosa Carretera de Burgos que conecta el País Vasco con la Comunidad de Madrid y por la que circulan a diario de miles de vehículos.

Vehículos pesados en el País Vasco

Es en el País Vasco, a través de la Dirección de Tráfico, donde han empezado a recaudar dinero antes incluso de que el Gobierno lo haga en las carreteras que están bajo su control. Y hay que esperar a ver la reacción del Servei Català de Trànsit en Cataluña. 

A las mencionadas carreteras en Álava se une la autovía A-636 entre las localidades de Beasain y Bergara y próximamente podría extenderse a más carreteras, según el Pleno de Juntas Generales, que acaba de dar la aprobación definitiva a la norma foral que estrena un nuevo modelo de pago por uso sólo para vehículos pesados de más de 3,5 toneladas en más de cien kilómetros de carreteras dentro del territorio gestionado por la Diputación de Bizakia. Zonas hasta ahora gratuitas que pasarán a ser de pago con el propósito de reducir la contaminación y el tráfico en las mismas, y con ello el riesgo de accidentes.

Las carreteras del País Vasco en las que se establecerán estos pagos ya en 2023 serán las siguientes.

• 19,72 kilómetros de la A-8 entre Bilbao y la frontera con Cantabria, concretamente entre Basurto y El Haya.
• 14,75 kilómetros de la BI-625 entre Basauri y la muga con Álava, en Llodio.
• 20,18 kilómetros del Corredor del Txorierri entre Rontegi y Erletxes.
• 32,723 kilómetros de la N-240, desde El Gallo hasta la variante Ubidea, atravesando el valle de Arratia y Barazar.
• 14,37 kilómetros de la N-636 entre Durango y la muga con Gipuzkoa. 

Ley del Cambio Climático

Además, otra novedad aparecerá el año que viene. A partir del año 2023 entrará en vigor la Ley de Cambio Climático y las localidades de más de 50.000 habitantes deberían adoptar medidas para la circulación de los vehículos más contaminantes. El peaje aparece como una posibilidad. Los Ayuntamientos lo impondrían en forma de tasas para cobrar por la circulación en las zonas de bajas emisiones.