TRÁFICO

¿Cómo evitar accidentes en el transporte escolar?

  • El 90% de los accidentes relacionados con el autobús escolar ocurre en los momentos de subida y bajada al vehículo

Alumnos esperando a subir a un autobús escolar.

Alumnos esperando a subir a un autobús escolar. / D.S.

Empieza el curso en Andalucía y ya empiezan a rugir los motores de las decenas de autobuses escolares que empezarán a moverse en breve para desarrollar sus diferentes rutas. El autobús es uno de los medios más seguros para viajar y el más utilizado por los menores para desplazarse al centro escolar, según la Dirección General de Tráfico.

En España cerca de 17.000 autobuses (un 40% de la flota privada) realiza servicios de transporte escolar, aunque en los últimos tiempos muchos de ellos se han visto bastante afectados por la crisis.

El 90% de los accidentes relacionados con el autobús escolar ocurre en los momentos de subida y bajada al vehículo, siendo la mayoría atropellos por distracción. Resulta más que necesario que niños y mayores sean conscientes de la necesidad de mantener una serie de comportamiento para mantener en orden la seguridad vial. Y desde la DGT han lanzado una serie de consejos y recomendaciones para conseguir que los trayectos cotidianos se hagan con las mayores garantías de seguridad posibles.

Uno de los elementos a tener en cuenta es el cinturón de seguridad. Aunque algunos tengan mal entendido que son necesarios en los coches, pero en el autobús importa menos la realidad es que 2007 todos los autobuses han de llevar instalados cinturones de seguridad, porque es útil y necesario en cualquier trayecto corto o largo, urbano o interurbano.

Todos los pasajeros deben utilizar los cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados. Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales en un accidente y 9 de cada 10 lesiones infantiles graves o mortales podrían haberse evitado utilizando este tipo de dispositivo.

Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales en un accidente

El segundo aspecto importante son los padres o tutores, que tienen la responsabilidad de comprobar la seguridad de los autobuses de transporte escolar, solicitar la contratación de autocares con cinturones de seguridad, comprobar que se cumple la reglamentación, respetar la zona de parada de autobús sin estacionar en doble fila y enseñar a los menores las conductas correctas dentro y fuera del autobús. Porque no hay que olvidar que no hay nada mejor que dar ejemplo, ya que su comportamiento es el que imitará el hijo.

Y no es lo mismo tratar con un niño de 2-3 años, al que hay que indicarle las pautas de comportamiento correctas y acompañarlos siempre, que uno de 3-6 años, al que hay que controlar, vigilar y corregir acciones inadecuadas, o uno entre 6 y 12 años, que ya tiene una edad más racional y lo que los demás dicen de ellos.

Consejos para el menor en el autobús escolar

Un conductor de autobús escolar en Sevilla. Un conductor de autobús escolar en Sevilla.

Un conductor de autobús escolar en Sevilla. / Atedibus

El menor es conveniente que aprenda a evitar situaciones de riesgo y que conozca los posibles peligros con los que se pueden encontrar. Entre los comportamientos que debe adoptar se encuentran los siguientes:

  • Antes del trayecto es importante llegar con antelación a la parada y esperar en ella o en un lugar seguro. Los más pequeños siempre tienen que ir acompañados y no jugar cerca del bordillo ni, por supuesto, empujar a ningún amigo (de broma).
  • Durante el trayecto es obligatorio llevar el cinturón puesto, no levantarse ni gritar o armar jaleo para no distraer al conductor, al que hay que obedecer en todo momento, igual que al acompañante. Evitar dejar objetos en el pasillo, ya que podemos tropezar al salir, y no producir daños en el autobús.
  • Por último, durante paradas o en el arranque del autobús no se puede correr para bajar y hay que hacerlo por la puerta que corresponda sin empujar a los demás; alejarse como mínimo a 2m. y a un lugar seguro, teniendo cuidado con el tráfico; no agacharse por debajo del autobús, ni ponerse al lado del mismo, nunca cruzar la calle por delante ni por detrás del autobús, sino por los lugares autorizados y con precaución en todo caso.

El profesor, el conductor o el policía representan, por último, otras figuras importantes para que el engranaje de la seguridad en el autobús escolar sea el adecuado. Y para que estos trayectos se conviertan en lo más importante: un foco de ilusión, inquietud y emoción ante una nueva aventura didáctica y de vida en su centro escolar.

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