El plan estratégico de Renault, Renaulution, contempla a cinco años la creación de una unidad de negocio conjunta en la que se integren Dacia y Lada. La primera va a ser más competitiva, extendiéndose a segmentos en los que aún no está, como el de los SUV compactos. Ahí es donde se integrará el coche de producción derivado del concept-car Bigster, el buque insignia de la marca que ha sido presentado en coincidencia con la presentación de este plan.

Además, Dacia y Lada van a explotar a fondo la plataforma CMF-B, la que hoy está bajo la piel de los Renault Clio, Nissan Micra, Dacia Sandero, Renault Captur, Dacia Duster, Renault Arkana... y que contempla la posibilidad de utilizar tecnologías muy avanzadas, incluso evoluciones de la conducción autónoma, además de distintos módulos de propulsión con diferentes niveles de electrificación.

Dacia, y también Lada específicamente para su futuro Niva, explotarán a fondo la plataforma CMF-B de la Alianza. El Bigster podría acudir a ella aún con sus 4,6 m de largo.

Dacia seguirá apostando por ser la compra inteligente con una buena relación precio-valor, en parte porque se beneficia de, a un bajo coste, de los desarrollos del grupo Renault.

Estrategia de futuro para Dacia

Su estrategia a futuro se basará en un diseño sobrio de los modelos que no incremente los costes de producción, la creación de esa unidad de negocio conjunta con Lada, la utilización exhaustiva de la plataforma CMF-B, el uso de motores de energías alternativas o híbridos -¿quizá un sistema híbrido como el del Clio E-Tech?-, la incorporación a la oferta del eléctrico Spring, muy asequible; más tres nuevos modelos antes de 2025. Por supuesto, de la llegada del Bigster.

Las protecciones perimetrales están realizadas con plásticos reciclados. Los diseñadores han huido de elementos superfluos, un extremo que será clave en Dacia para conseguir costes de producción muy económicos.

Este rotundo concept-car de Dacia tiene 4,6 m y está definido para transitar por caminos poco transitados, con un diseño robusto, sin elementos superfluos -ni cromados, ni falso aluminio… y el uso de plásticos reciclados para las protecciones externas-, en el que ha participado como director del equipo el español Alejandro Mesonero-Romanos.

El propósito de Dacia es que su precio sea el de un SUV del segmento inferior: como referencia de por dónde podrían ir los tiros, los precios del Renault Kadjar arrancan de los 22.000 euros.