Cooperación estratégica Sus relaciones trascienden al aspecto económico, tecnológico y cultural

Aliados contra el "imperio"

  • No sólo los millonarios acuerdos enérgeticos unen a Irán y Venezuela, también comparten la misma sintonía ideológica y un discurso antiestadounidense

Un banco binacional, acuerdos energéticos millonarios, fábricas conjuntas de coches, tractores y bicicletas y plantas de cemento o lácteos convierten a Irán en un nuevo socio económico importante para Venezuela, con quien comparte sobre todo una visión antiestadounidense del mundo.

"Irán es hoy en día un aliado estratégico de Venezuela. Nuestras relaciones, que históricamente se produjeron a través de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), han trascendido a otros ámbitos como la economía, tecnología o cultura y pueden ser tomadas como modelo para la cooperación Sur-Sur", expresó Raymundo Kabchi, profesor del Instituto de altos estudios diplomáticos de la Cancillería de Venezuela.

La estrecha relación bilateral tiene un pilar económico, que se traduce en más de 200 acuerdos de cooperación en inversiones que ya superaban los 7,000 millones de dólares a finales de 2007, según el Consejo Nacional de Promoción de Inversiones(Conapri).

Pero además, esta cooperación se basa en una sintonía ideológica y en un discurso antiestadounidense idéntico.

Tras recibir al ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad subrayó que la cooperación bilateral era un modelo para las "luchas antiimperialistas".

"¿Qué riesgo pueden tener nuestras relaciones con Irán y Rusia. El riesgo para el mundo es la sola existencia del imperio norteamericano", declaró recientemente Hugo Chávez.

Para sus detractores, la estrategia del mandatario venezolano es fomentar alianzas con tradicionales enemigos de Estados Unidos. "Primero fue Cuba, luego Iraq, después Irán y ahora Rusia y Belarús", citó el experto internacional Carlos Romero.

Según la politóloga Elsa Cardozo, las relaciones de Chávez con países como Irán, que es objeto de sanciones de la ONU debido a su programa nuclear, son una forma de "desafío". "Es el juego de Chávez, siempre al límite del abismo", explicó la experta. "Siempre tuvimos relaciones con Teherán dentro de la OPEP, pero el Irán de hoy es mucho más agresivo y peligroso", corroboró la internacionalista Maruja Tarre.

Pero Venezuela no es el único país latinoamericano que comercializa con Irán. Brasil, México y Colombia también tienen un fluido intercambio con la República islámica que parece no provocar la misma preocupación en Estados Unidos.

"La idea es descalificar a Chávez. A quien no es incondicional a los intereses de Estados Unidos se le pone la etiqueta de forajido, se le llama eje del mal", consideró el profesor Kabchi.

Desde el punto de vista puramente económico, la mayor inversión iraní en Venezuela es en el ámbito energético, donde desde 2007, la empresa iraní Petropars está presente en la riquísima faja petrolífera del Orinoco. Además, dentro de la OPEP, los dos países mantienen idénticas posiciones sobre los niveles de producción y oferta del cártel.

El último gran proyecto entre Caracas y Teherán es un banco binacional, según anunció Chávez, que planea viajar de nuevo a Teherán antes de finales de año.

Quién sabe si éste sea el momento de iniciar una mediación entre las potencias occidentales y Teherán después de que el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, pidiera en estos días a su homólogo venezolano que "transmitiera a Teherán las ofertas de diálogo reales" de Occidente, en torno al proyecto nuclear iraní, al que se opone la comunidad internacional.

Esta noticia "me llena de orgullo como venezolano porque significa que Europa cree en Chávez y en su política exterior", aseguró Kabchi, haciendo un paralelismo entre esta posible mediación del mandatario y la realizada ante la guerrilla de las FARC en 2007.

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