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Berlusconi: el hombre del eterno retorno

  • "Il Cavaliere", dueño de la tercera fortuna de Italia, vuelve a ser Primer Ministro de Italia tras una carrera política plagada de controversias y denuncias por corrupción

El magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi, de 71 años, claro vencedor el lunes por tercera vez de las elecciones legislativas italianas, es un líder político inextinguible que regresa al poder pese a las críticas y la edad para manejar un país en crisis. El ex primer ministro conservador, quien lidera desde hace 15 años la derecha italiana, conquista de nuevo el poder con un rostro moderado y menos agresivo que aquél con el que irrumpió en la política en 1993.

Para movilizar al electorado, el multimillonario italiano, que forjó de la nada su fortuna, una de las mayores de Europa, tuvo que regresar los últimos días de la campaña a su tradicional estilo, caracterizado por los ataques y las provocaciones a sus enemigos políticos. Por ello acusó a su rival, Walter Veltroni, de 52 años y líder del recién fundado Partido Democrático (PD), de "mentiroso", de organizar fraudes y de representar el nuevo "traje" del odiado comunismo.

Nacido el 29 de septiembre de 1936 en una familia acomodada de Milán, Berlusconi mostró su vocación por los negocios desde la adolescencia, cuando estudiaba en el colegio de los Salesianos. Inteligente, perspicaz, engreído (hay quienes le acusan de un fuerte complejo de superioridad), Berlusconi tiene una personalidad que muchos consideran que contribuyó a su regreso al poder.

Animador de locales nocturnos en el balneario de Rimini, capaz de fascinar a turistas durante los cruceros, Berlusconi siempre ha contado con un grupo de amigos íntimos, como Fedele Confalonieri, a quien confió las riendas de Mediaset, la poderosa empresa de televisión de su imperio industrial Fininvest que comprende 500 sociedades, entre ellas la casa editorial Mondadori. La fortuna del mayor contribuyente de Italia está calculada en unos 9.400 millones de euros, la tercera de Italia según la edición del 2008 de la revista Forbes, que lo hizo retroceder del primer puesto.

Vendedor de aspiradoras a finales de los años 50, Silvio Berlusconi se graduó en 1961 en derecho y se dedicó al sector de la construcción, comenzando así una imparable carrera que ha suscitado interrogantes a los que nunca ha dado respuestas satisfactorias. Condecorado como "Caballero del Trabajo" a los 41 años, "Il Cavaliere" Berlusconi decidió lanzarse a la política en 1993 y llegó a ganar las elecciones generales de 1994.

En pocas semanas creó un partido, Forza Italia, compuesto en su gran mayoría por ejecutivos de Fininvest que poco sabían de política. Se alió con los neofascistas del Movimiento Social Italiano, convertido en la nueva agrupación de derecha Alianza Nacional, liderada por Gianfranco Fini, y con la controvertida Liga Norte de Umberto Bossi, con los que ganó las elecciones.

Tras su caída, siete meses después de haber llegado al poder, por el abandono de sus aliados de la Liga, el visceral anticomunista Silvio Berlusconi pasó al purgatorio de la política, su prestigio disminuyó y perdió las elecciones de 1996 frente a su eterno rival Romano Prodi, vencedor de los comicios del 2006.

Hábil para presentarse como "víctima", siempre investigado por la justicia por denuncias de corrupción, Berlusconi se fue construyendo con paciencia la imagen de un "presidente obrero", con la que ganó las elecciones del 2001, apoyado por la misma coalición que en 1994 lo llevó al poder y que rebautizó como La Casa de las Libertades.

Pese a las críticas y controversias que suscitó su segundo mandato (2001-2006) y a las divisiones internas dentro de su propia coalición, que casi se desintegra hace sólo cuatro meses, Berlusconi sigue siendo el 'líder máximo' de la derecha italiana. Con un golpe estratégico, reunificó en febrero sus huestes bajo una sola bandera y un partido único, bautizado el "Pueblo de las Libertades", fruto de la fusión entre la derecha de Alianza Nacional (AN) y su propia formación Forza Italia (FI). Una jugada sorprendente que le permite manejar por tercera vez las riendas de Italia.

Siempre bronceado por el sol, tras un "lifting" e implantes capilares, Berlusconi se casó dos veces, es padre de cinco hijos y ha sido ya varias veces abuelo.

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