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Bruselas ve "altamente problemáticas" algunas exigencias de Cameron para permanecer en la UE

  • La CE explica que varias de las propuestas británicas "tocan las libertades fundamentales" del mercado interior y la "discriminación directa entre ciudadanos comunitarios".

La Unión Europea (UE) recibió este martes la carta con las exigencias del Reino Unido para reestructurar las relaciones entre Londres y sus 27 socios con el ánimo de llegar a un acuerdo, pero ya advirtió de que algunas ideas del primer ministro, David Cameron, son "altamente problemáticas".

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recibió este martes la carta del mandatario británico en la que delinea a lo largo de seis páginas las cuatro reformas que quisiera ver en la UE para que el Reino Unido permanezca en el club comunitario, en materia de gobernanza económica, competitividad, soberanía e inmigración. Tusk dio "acuse de recibo" de la misiva de Cameron en un mensaje de la red social Twitter, donde afirmó que "las negociaciones sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE pueden ahora comenzar", y adelantó que la próxima semana iniciará consultas bilaterales con los Estados miembros y con la Eurocámara sobre las cuestiones a ser tratadas en las conversaciones con Londres.

Tanto el político polaco como el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, conversaron con el primer ministro conservador británico la víspera de su discurso en el Real Instituto de Relaciones Internacionales de Londres, conocido como Chatham House. La primera reacción de la CE, donde se ha seguido el discurso de Cameron en directo, tuvo un mensaje esperanzador para Londres y otro que define las líneas rojas de Bruselas. "Acabamos de recibir la carta (...) y debemos analizarla en detalle", señaló el portavoz comunitario Margaritis Schinas, quien ofreció no obstante una primera pincelada de lo que opina la CE con respecto a las exigencias de Londres. "A primera vista vemos una serie de elementos que parecen factibles, como encontrar vías para aumentar el papel de los parlamentos nacionales", señaló. "Otros que son difíciles, como el punto referido a una Unión cada vez más estrecha y la relación entre los países con opción de unirse al euro y los que no, y algunos elementos que son altamente problemáticos", indicó Schinas. "Porque tocan las libertades fundamentales de nuestro mercado interior y la discriminación directa entre ciudadanos comunitarios claramente entra en esta última categoría", explicó.

La CE se refiere a la exigencia de Londres de asegurarse de que, en una futura ampliación de la UE, la libertad de movimiento no se aplique a los nuevos miembros hasta que sus economías hayan convergido mucho más con el resto de los socios. Cameron también quiere que los comunitarios residan al menos cuatro años en el Reino Unido y paguen impuestos durante ese periodo de tiempo antes de poder acceder a ayudas estatales. La CE también ve difícil acomodar la intención de Londres de poner fin a la obligación del Reino Unido de avanzar hacia una Unión cada vez más estrecha como está establecido en el tratado de la UE, porque supondría ir en contra de lo fijado en el texto fundamental. En cualquier caso, la Comisión considera positivo que Londres esté "abierto a encontrar diferentes vías de alcanzar sus objetivos" y considera por ello que la carta del primer ministro "es el comienzo de las negociaciones, no el final", dijo Schinas.

Juncker ha reiterado en varias ocasiones que está preparado para trabajar en favor de un acuerdo "justo para los británicos, pero también para los demás Estados miembros". El presidente de la CE se reunió hoy además con el principal negociador de Cameron, el ministro de Economía, George Osborne, quien participó en el consejo de los titulares de Finanzas de la UE, el Ecofin, coincidiendo con el envío de la carta a Bruselas. Osborne, quien conversará hoy también con sus homólogos europeos y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo a su llegada al Ecofin que el Gobierno británico "busca cambios y reformas que permitan al Reino Unido permanecer en la UE". "Estos cambios mejorarán la UE para todos los ciudadanos, de manera que creemos más empleos", sostuvo, y también implican una Unión "más flexible que acomode las diferencias" entre los países miembros para que "los intereses nacionales del Reino Unido, que no pertenece a la eurozona ni quiere sumarse a ella y que no quiere formar parte de una Unión cada vez más estrecha, sean respetados". Osborne se mostró además optimista acerca de las posibilidades de un acuerdo con los otros 27 socios comunitarios, al afirmar que su país "tiene una oportunidad real de conseguir las reformas que nos gustaría ver". 

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