David Cameron se despidió ayer de su cargo como primer ministro británico con un discurso en el Parlamento en el que se aplicó a sí mismo la frase que en 2005 le dedicó al ex líder laborista Tony Blair: "Yo fui una vez el futuro".

Tras seis años al frente del Ejecutivo, Cameron subrayó ante los diputados que a partir de ahora seguirá los debates desde las filas de atrás en el Parlamento. "Ustedes pueden conseguir muchas cosas en política. Pueden conseguir hacer muchas cosas", aseguró. "Nada es realmente imposible si pones tu mente en ello. Después de todo, como una vez dije, yo fui una vez el futuro", sentenció con humor. "Voy a extrañar los vítores de la mayoría y los abucheos de la oposición", añadió en medio de los aplausos de sus compañeros.

Horas más tarde, presentó formalmente su dimisión ante la reina Isabel II, que encargó por la tarde la formación de un nuevo Gobierno a la también conservadora Theresa May. Cameron mantuvo una audiencia con la Monarca en el Palacio de Buckingham después de ofrecer su último discurso como primer ministro ante las puertas de Downing Street, residencia y despacho oficial del jefe del Gobierno. "Su Majestad aceptó graciosamente" su renuncia, resaltó un comunicado de Buckingham, donde Cameron acudió junto con su esposa, Samantha, y sus tres hijos, Nancy, Florence y Arthur.

Poco antes, el primer ministro saliente, de 49 años, hizo un balance de sus seis años, subrayando que deja el país con una economía, unas fuerzas armadas y un sistema de salud más sólidos que cuando llegó al poder, en 2010.

"No ha sido un viaje fácil", dijo, haciendo repaso de sus seis años de Gobierno. "Por supuesto, no todas nuestras decisiones fueron correctas", admitió, pero ha destacado que Reino Unido es ahora "mucho más fuerte". Expresó, además, su satisfacción por la reducción del déficit que ha registrado el Reino Unido en ese periodo y se mostró orgulloso por la aprobación de la ley del matrimonio homosexual durante su mandato.

Le deseó a May las mejores perspectivas para negociar con Bruselas la futura salida del Reino Unido de la UE. La inesperada victoria del Brexit en las urnas precipitó la salida del Gobierno de Cameron, que había hecho campaña por la permanencia del país en el bloque comunitario.