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Cerdos y pintalabios

  • Una frase de Obama en la que habla de "un cerdo con pintalabios" es interpretada como una ofensa sexista contra la republicana Sarah Palin.

Barack Obama y John McCain proclaman una y otra vez que, pese a la insistencia de su rival, sólo van a hablar de la guerra, de educación, de sanidad y de los otros asuntos que importan a los estadounidenses. Pero la realidad es que, a medida que avanza la campaña, cada vez se embarran más.

La última y ejemplar discusión de taberna que mantienen desde la distancia ambos candidatos se desarrolla alrededor de tres conceptos en principio difíciles de relacionar entre sí: los cerdos, las mentiras y los pintalabios. Todo es  posible en Estados Unidos.

La primera que habló de pintalabios fue la candidata republicana a vicepresidenta, Sarah Palin. En su única línea improvisada desde su salto a la política nacional contó un chiste en la convención republicana: "¿Saben cuál es la diferencia entre una mamá del hockey y un pitbull? El pintalabios".

La broma tuvo mucho eco, porque demostró que Palin sabe reirse de sí misma. Pero también dio pie a una larga serie que aún continúa hoy, para detrimento de Obama.

La gran explosión se produjo el martes. Hablando del programa político de McCain, el candidato demócrata aseguró que "se puede poner pintalabios a un cerdo, pero seguirá siendo un cerdo".

Es cierto que la expresión es una frase equivalente en español a "aunque la mona se vista de seda, mona se queda". Pero también lo es que Obama, un consumado orador y un experto del lenguaje, habló sabiendo que la expresión no pasaría desapercibida.

Y, desde luego, no pasó. Desde los foros más conservadores se acusó inmediatamente a Obama de sexismo contra la que aspira a ser la primera vicepresidenta en la historia del país. La campaña de McCain reaccionó apropiadamente a través de una mujer, la ex gobernadora de Massachusetts Jane Swift.

"Para mí está claro, y estoy segura de que lo está para republicanos, demócratas e independientes equilibrados por todo el país, que el senador Obama le debe una disculpa a la senadora Palin".

McCain llevó hoy a un mitin en Virginia a una antigua seguidora de Hillary Clinton para atacar de nuevo: "Señor Obama, poner motes a las chicas es algo que uno hace en la escuela, y no quiero que un escolar dirija mi país".

La campaña del senador por Arizona sacó incluso un anuncio televisivo sobre el asunto, que tuvo que retirar por usar sin permiso la imagen de la periodista de CBS Katie Couric.

Obama intentó hoy contener la hemorragia y acusó a la campaña de McCain de "tomar un comentario inocente, sacarlo de contexto y componer un anuncio vergonzoso". "Prefieren una historia sobre diversiones morbosas y estúpidas antes que sobre el futuro".

El congresista Luis Gutiérrez fue mucho más allá. "Ella vino y dijo que es la guapa del barrio, y ahora está ofendida", se burló.

La polémica aún continúa, y los grandes ganadores por el momento son McCain y Palin, porque mientras Obama intenta salir del barro, ellos aún no abrieron la boca en público sobre el asunto.

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