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EEUU usó la asfixia simulada para obtener la pista de Ben Laden

  • La CIA admite que una de las informaciones que condujo al paradero del líder de Al Qaeda se consiguió mediante esta técnica de tortura. La operación exigía matar al terrorista si no se entregaba.

La información obtenida de los detenidos en las cárceles secretas de la CIA mediante la polémica técnica de asfixia simulada ayudó a trazar el plan que acabó con la vida de Osama ben Laden, ha reconocido el director de esa agencia, Leon Panetta.

En una entrevista con la cadena de televisión NBC, el alto funcionario subrayó que las claves que llevaron a los servicios de espionaje a hallar el escondite del líder de Al Qaeda procedieron de "muchas fuentes de información", y no sólo de ésta.

"En este caso, las técnicas de interrogación coercitivas fueron empleadas contra algunos de estos detenidos. Y el debate sobre si podríamos haber obtenido la misma información a través de otros enfoques, creo que siempre va a ser una pregunta abierta", indicó.

Preguntado por si en esas "técnicas de interrogación coercitivas" se incluía la asfixia simulada, Panetta respondió: "correcto".

El director de la CIA, que próximamente tomará el relevo a Robert Gates al frente del Departamento de Defensa, aclaró que las órdenes del presidente de EEUU, Barack Obama, en la operación exigían matar a Ben Laden, y no simplemente capturarle.

"Eso estaba claro. Pero también lo estaba, como parte de las reglas de la operación, que si él de pronto levantaba las manos y se ofrecía a ser capturado, entonces tendríamos la oportunidad, obviamente, de capturarlo. Pero esa oportunidad nunca se presentó", explicó.

Pakistán no fue informada para "arriesgar"

Panetta subrayó que el Gobierno paquistaní "nunca supo nada sobre esta misión", porque Estados Unidos se planteó de forma "deliberada" que se trataría de una "misión unilateral".

"El presidente Obama había dejado muy claro a los paquistaníes que si teníamos pruebas sólidas de dónde estaba localizado Ben Laden, entraríamos a por él. Y eso es justo lo que ocurrió", añadió.

Además, aseguró no tener duda de que tarde o temprano el Gobierno de EEUU decidirá divulgar la foto del cadáver de Ben Laden.

"El gobierno claramente ha estado hablando sobre cómo mejor hacer esto pero no creo que haya dudas de que en última instancia se presentará una fotografía al público", indicó. Los familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 también las han reclamado, con el argumento de que les ayudará a volver página.

Durante meses EEUU consideró un ataque más amplio que incluyera la coordinación con otros países, en especial Pakistán, pero la CIA descartó la participación de su aliado porque "cualquier esfuerzo por trabajar con los pakistaníes hubiese puesto en peligro la misión", dijo Panetta.

Otro de los planes considerados por EEUU consistía en un bombardeo desde aviones B-52 o un ataque con misiles cruceros pero estas opciones se descartaron por la posibilidad de grandes "daños colaterales", es decir, bajas entre la población civil.

Entre los expertos, Panetta encontró algunos preocupados porque se repitieran los errores que llevaron al fracaso, en 1980, de un intento de rescate de rehenes estadounidenses en Irán, y otros que temían una repetición de lo ocurrido en Somalia, en 1993, cuando dos helicópteros estadounidenses fueron derribados.

Panetta dijo que algunos de sus asesores se preguntaron qué ocurriría si uno de los helicópteros estadounidenses enviados a la misión era derribado y, en medio del incidente, aparecían las fuerzas militares pakistaníes. "Consideramos esa posibilidad. Por eso teníamos allí helicópteros de refuerzo", dijo.

Pero Panetta llegó a la conclusión de que había elementos suficientes para arriesgarse a lanzar la misión, y el jueves pasado hubo una reunión "crucial" en la cual el presidente Barack Obama escuchó los argumentos de sus asesores.

Las pruebas seguían siendo inciertas sobre la presencia de Ben Laden en la residencia que sería atacada y la decisión quedó en manos del presidente.

Panetta se enteró de que el presidente había aceptado los argumentos del director de la CIA el viernes pasado, cuando "Obama dijo que autorizaba la misión con helicópteros y oficializó la orden con una carta firmada".

Una sala de conferencias, sin ventanas, en el séptimo piso de la sede de la CIA en Langley (Virginia) se convirtió en el centro de comando de la misión, en comunicación directa con los mandos en el terreno y las unidades de fuerzas especiales de la Marina, SEALS, que ejecutaron la operación.

Entre los presentes se encontraba el general William McRaven, jefe del Mando Conjunto de Fuerzas Especiales, a quien Panetta repetidas veces le preguntó que significaban los mensajes y códigos intercambiados en las comunicaciones.

"Cuando finalmente McRaven dijo que habían identificado a Gerónimo -el código asignado a Ben Laden- todo el mundo aflojó la respiración contenida", relató Panetta. Cuando los helicópteros levantaron vuelo del predio atacado hubo un aplauso unánime en la sala de Langley.

Ben Laden no iba armado

Por otro lado, la Casa Blanca ha informado que Osama ben Laden, "no estaba armado" en el momento en el que el comando estadounidense enviado para capturarle abrió fuego contra él,

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que Ben Laden y su familia fueron localizados en el segundo y tercer piso de la residencia de Abbottabad, en las cercanías de Islamabad, donde se encontraban, y el líder de Al Qaeda presentó resistencia a su captura, por lo que se abrió fuego contra él.

Una de sus esposas echó a correr y recibió un disparo en uno de los gemelos. Ben Laden recibió sendas balas en la cabeza y en el pecho.

Aunque no tenía armas consigo, precisó el portavoz de la Casa Blanca, "no es necesario estar armado para oponer resistencia".

Tras ser abatido, el cuerpo del terrorista se trasladó al portaaviones Carl Vinson, en el mar de Arabia, donde se le preparó de acuerdo con las costumbres islámicas, se le lavó y se le envolvió en un sudario blanco.

Se le introdujo en una bolsa con carga pesada y se le lanzó al mar tras la recitación de unas plegarias que un traductor repitió en árabe, explicó el portavoz.

La Casa Blanca sopesa la posibilidad de hacer públicas fotografías del cuerpo, aunque hasta el momento no ha tomado ninguna decisión.

Carney, quien pidió a los medios ser "pacientes", indicó que "estamos revisando la situación y tomaremos la decisión apropiada".

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