golpe de estado fallido en turquía 3 Alarma internacional ante la espiral represiva

Erdogan redobla la 'limpieza' entre la inquietud de Occidente

  • Los detenidos ya son 6.000 "y habrá más", según el Gobierno turco Francia advierte a Ankara que "no tiene un cheque en blanco"

Restablecido el orden tras el fallido intento de golpe en la noche del viernes al sábado, el Gobierno turco prosiguió ayer con una amplia campaña de detenciones de altos mandos militares supuestamente involucrados en la asonada, una purga que está levantando la inquietud en Occidente. "Queremos que el Estado de derecho siga vigente en Turquía. (El golpe) no puede ser un cheque en blanco para el señor Erdogan", alertó el Gobierno francés.

La cifra de detenidos supera los 6.000, según el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, que adelantó que "habrá más" y que cifró en "más de 190" los ciudadanos muertos por oponerse al golpe, a lo que se añaden "más de 100 conspiradores golpistas muertos".

"En estos momentos la limpieza continúa", agregó.

También hay "más de 1.400 heridos", agregó Bozdag, que atribuye la responsabilidad del golpe "de manera obvia" a "la Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)". Ese el término utilizando por la Fiscalía desde el año pasado para designar a la red de seguidores de Gülen, un predicador islamista exiliado en Pensilvania (Estados Unidos).

El entorno de Gülen niega toda implicación con el golpe, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, instó a Turquía a presentar "pruebas", antes de considerar una petición de extradición. "Hemos instado (a los turcos) a no llegar tan lejos como para crear dudas sobre su compromiso con el proceso democrático", espetó el jefe de la diplomacia de EEUU.

El ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, denunció la "venganza arbitraria" en Turquía tras el intento de golpe de Estado y el alud de destituciones y arrestos en el cuerpo judicial del país. "La venganza y la arbitrariedad no contribuirán a la pacificación (del país). La protección de los derechos de un acusado es uno de los fundamentos de un Estado de Derecho", apuntó Maas, del Partido Socialdemócrata, en su cuenta en Twitter.

Un comunicado militar emitido ayer, el primero desde el golpe fallido, usa términos similares al Gobierno turco, al achacar la responsabilidad a "miembros de una banda terrorista ilegal que se enquistó en las Fuerzas Armadas". La nota promete "castigar de la manera más severa, dentro del marco de la ley" a los sublevados y destaca el rol del pueblo, que frenó el golpe manifestándose en la calle, si bien subraya también que "la aplastante mayoría" de los miembros de las Fuerzas Armadas se opuso.

Aunque el comunicado señala que todos los golpistas han sido ya "neutralizados", durante la tarde de ayer aún se practicaron algunos, que fueron transmitidos por los medios.

Una amplia y publicitada operación policial tuvo lugar contra la base aérea de Konya, en el centro de Anatolia, que se saldó con la detención del coronel comandante de la instalación y otros seis militares, aparentemente sin enfrentamientos. La detención de otro militar cerca del aeropuerto de Sabiha Gökçen en Estambul se produjo tras un breve enfrentamiento con disparos de advertencia al aire, pero sin muertos ni heridos, informó el diario Sabah.

Imágenes publicados por el diario Hürriyet mostraban a 11 soldados maniatados y tumbados boca abajo, rodeados por personal armado. Por la mañana habían sido arrestado también el general al mando de la estratégica base aérea de Incirlik, donde se hallan cazas estadounidenses, británicos y alemanes, cataríes y saudíes, y otro en la base de Denizli, junto a 52 militares.

Medios turcos cifraban ayer por la mañana en una treintena el número de generales detenidos, incluyendo a dos de los cuatro máximos comandantes de las fuerzas terrestres, que fueron arrestados el sábado, y ocho generales detenidos el sábado en el aeropuerto de Sabiha Gökçen.

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