La Comisión Europea (CE) adoptó ayer nuevas medidas para hacer frente a dos de los problemas más acuciantes que vive, como son la crisis de refugiados y el terrorismo yihadista, que amenazan la supervivencia de valores centrales de la integración europea como la libre circulación.

Los 28 comisarios europeos adoptaron ayer formalmente en su reunión semanal un informe que señala las deficiencias graves en la gestión de la frontera exterior de Grecia, cuyo contenido ya se dio a conocer la semana pasada, y unas primeras recomendaciones a Atenas para que corrija esas deficiencias. La CE presentó además medidas para combatir la financiación del terrorismo, que incluyen estrechar el cerco a los billetes de 500 euros, muy utilizados por las organizaciones criminales, evitar el uso indebido de monedas virtuales, por ejemplo para el blanqueo de capitales, y endurecer los requisitos para verificar la identidad de los clientes de tarjetas de prepago.

Las recomendaciones a Grecia se enmarcan en el llamado mecanismo de evaluación de Schengen, que fue establecido en octubre de 2013 para verificar el funcionamiento del espacio sin fronteras interiores, y hacen hincapié sobre todo en que Atenas tiene que mejorar el proceso de registro de las personas que llegan a su territorio. El Ejecutivo comunitario insta al país en concreto a que se asegure de que dispone de un número suficiente de personal y de escáneres para la toma de huellas dactilares de los inmigrantes y demandantes de asilo, así como a que mejore el proceso de verificación de los pasaportes y documentos de viaje, que deben ser cotejados con las bases de datos existentes en la UE, nacionales e internacionales.

"Las recomendaciones piden a Grecia que establezca sistemas de control costero efectivo en toda la frontera marítima entre Grecia y Turquía", señaló el vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis. El objetivo es detectar todas las embarcaciones que cruzan la frontera marítima entre Turquía y Grecia. Bruselas insta a Atenas también a que mejore las condiciones de acogida de los recién llegados durante todo el proceso de registro. Estas recomendaciones ahora tienen que ser adoptadas por el Consejo de la UE.

En materia de lucha contra la financiación del terrorismo, el objetivo de la CE es rastrear a los terroristas a través de sus movimientos financieros y evitar que puedan mover fondos y otros activos, así como cortar sus fuentes de ingresos. El plan de acción, que responde a la presión de Francia, contiene sólo tres medidas inmediatas, ya que el resto se llevarán a cabo más adelante.