La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregó ayer a una misión humanitaria al periodista francés Romeo Langlois, a quien tenía en su poder desde el pasado 28 de abril, según reveló Telesur.

Langlois fue llevado por varios guerrilleros hacia el caserío de San Isidro, en el departamento de Caquetá (al sur), donde se encontró con los miembros de una misión humanitaria encargada de recibirlo. De dicha comisión forman parte Jean-Baptiste Chauvin, representante personal del presidente de Francia, François Hollande; la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, que ha mediado en la entrega de rehenes de las FARC, y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

En sus primeras palabras a Telesur, el reportero francés dijo que había sido bien tratado por las FARC. "Nunca me han amarrado, me han tratado como un invitado, me han dado buena comida con lo que tenían, han sido muy respetuosos", afirmó el corresponsal de France 24 y Le Figaro, quien ha trabajado doce años en Colombia.

Langlois justificó su presencia con el Ejército en el momento de su secuestro en que "el trabajo de uno, como periodista, es cubrir todas las partes del conflicto".

Y despejó las dudas sobre el operativo policial y militar en el que se vio involucrado, al detallar que el laboratorio de drogas destruido en aquella acción era "pequeño y modesto", lo que contradijo la versión del Ejército, que aseguraba que se trataba de una operación antidroga más importante. "Era un pequeño laboratorio que la gente utiliza acá para sobrevivir", detalló.

El reportero también aseveró que no necesitaba "esta experiencia para conocer bien el conflicto ni la guerrilla", y agregó: "Lo que me queda es que hay que seguir cubriendo el conflicto". Asimismo censuró que "se haya hecho mucha política" con su caso y expresó el deseo de que tanto el Ejército como las FARC sigan llevando periodistas a las zonas de conflicto, ya que es la única forma de que se conozca la realidad que vive Colombia.