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El Gobierno sudanés y el grupo rebelde de Darfur firman un acuerdo de "buena voluntad"

  • Las partes han fracasado en la negociación sobre el intercambio de prisioneros, uno de los principales escollos en el camino hacia la paz

El Gobierno de Sudán y el grupo rebelde Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) firmaron hoy en Doha un acuerdo que allana el camino hacia una paz definitiva en la región sudanesa de Darfur, sumida en una guerra desde enero de 2003.

El documento, bautizado como un "acuerdo de buena voluntad y para generar confianza", fue suscrito en el palacio real de Doha tras ocho días de difíciles negociaciones entre el presidente del MJI, Jalil Ibrahim, y el vicepresidente sudanés Nafea Alí Nafea.

Las partes han fracasado en la negociación sobre el intercambio de prisioneros, a pesar de que ayer anunciaron que habían alcanzado un acuerdo preliminar sobre esa cuestión, uno de los principales escollos en el camino hacia la paz en esta conflictiva región del oeste de Sudán.

Sin embargo, Jalil Ibrahim, como gesto de buena voluntad, anunció de manera unilateral la liberación de "una parte" de los prisioneros gubernamentales que su grupo mantiene cautivos.

En la rueda de prensa posterior a la firma, que fue transmitida, al igual que la ceremonia, por el canal de televisión Al Yazira, el primer ministro de Qatar, el jeque Hamad Ibn Yazem Ibn Yaber al Zani, expresó su esperanza de que el acuerdo "sea el punto de inflexión en la guerra de Darfur".

"El acuerdo de Doha es la primera de posteriores negociaciones que comenzarán dentro de dos semanas para alcanzar un acuerdo global y definitivo", dijo Al Zani.

El ministro agregó que este principio de acuerdo deja la puerta abierta a los grupos rebeldes que se negaron a participar en estas conversaciones, como el Movimiento para la Liberación de Sudán (MLS).

El mediador de la ONU y de la Unión Africana (UA), Yibril Basuli, llamó a estos grupos rebeldes "a convertirse en parte de esta iniciativa de paz".

"Este acuerdo allana el camino para posteriores conversaciones que conducirán al fin del conflicto en Darfur", dijo.

Por su parte, Jalil Ibrahim también pidió durante su intervención que se ofrezcan las suficientes garantías para que no se repita la violencia étnica en el país.

El conflicto de Darfur se inició cuando dos grupos rebeldes, el MJI y el MLS, se levantaron en armas en febrero de 2003 contra el régimen de Jartum en protesta por la pobreza y la marginación que sufrían los habitantes de esta región.

Los rebeldes y el Ejecutivo han intentado en varias ocasiones negociar un acuerdo de paz desde 2004, pero hasta ahora no se ha logrado firmar un pacto que incluya a todos los grupos.

Desde el inicio del conflicto, cerca de 300.000 personas han muerto y otros dos millones y medio se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según cálculos de la ONU.

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