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Italia se prepara para las elecciones con Berlusconi como gran favorito

  • Giorgio Napolitano recibe a los presidentes de la Cámara y del Senado y los comicios se celebrarán con toda probabilidad los próximos 13 y 14 de abril

El presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, comenzó ayer el procedimiento para la disolución del Parlamento al llamar a consultas, tal y como prevé la ley, a los presidentes de las Cámaras.

Mientras tanto, los partidos han empezado a organizarse para esas elecciones que, según los sondeos, ganaría el ex primer ministro y empresario Silvio Berlusconi, junto con sus aliados democristianos y derechistas.

Napolitano se reunió ayer primero con el presidente del Senado, Franco Marini, y después con el de la Cámara de los Diputados, Fausto Bertinotti.

Para hoy se prevé la disolución efectiva del Parlamento y la fijación de la fecha de las elecciones, que deben celebrarse dentro de los setenta días posteriores; es decir, como máximo el 15 y 16 de abril.

También se fijará la fecha de la primera sesión de las Cámaras, dentro de los veinte días posteriores a la celebración de las elecciones.

Napolitano tomó la decisión de disolver las cámaras tras fracasar la misión que encomendó a Marini para sondear la posibilidad de lograr un consenso con el que reformar la ley electoral antes de los comicios anticipados.

La crisis de Gobierno se abrió el 24 de enero cuando el primer ministro, Romano Prodi, perdió la confianza del Senado, después de que un pequeño grupo democristiano, la Unión de los Demócratas para Europa (Udeur), abandonase la colación que apoya el Ejecutivo.

Ese abandono se produjo tras ser acusado de corrupción el líder de la Udeur, Clemente Mastella, que en ese momento era ministro de Justicia.

Desde entonces, los esfuerzos de Napolitano se centraron en intentar cambiar la ley electoral, una petición sostenida no sólo por el centroizquierda sino por amplios sectores de la sociedad, ya que la actual favorece la creación de grandes coaliciones con multitud de partidos.

Ese minifundio político está considerado como uno de los principales causantes de la inestabilidad del Gobierno, ya que formaciones con una representación parlamentaría mínima, como la Udeur, que contaba con un 1,4 por ciento de los votos, pueden formar y deshacer gobiernos con gran facilidad.

La celebración de las elecciones pone en peligro la gestación del Partido Demócrata, un grupo nacido de la unión de las principales fuerzas de izquierda agrupadas hasta ahora en torno a La Margarita, cuyo principal objetivo es acabar con ese minifundio y crear un partido fuerte, unido entorno a un programa de gobierno de centro progresista.

Su líder, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, repitió ayer ese objetivo al declarar que el Partido Demócrata acudirá solo a las urnas y que no volverá a repetir la experiencia de la Unión de Romano Prodi, en la que había dieciséis partidos. Esa postura es criticada desde los partidos de izquierdas, ya que le reprochan que esa actitud provocará de nuevo la llegada de Silvio Berlusconi al poder.

Los sondeos otorgan al PD un 35 por ciento de los votos, muy alejado del 56 por ciento que recibe la alianza nucleada en torno a Silvio Berlusconi.

Sin embargo, en dos periódicos, La Repubblica y La Stampa, se alababa ayer la posición de Veltroni, ya que es innovadora en Italia y supone, al menos, un cambio con respecto a la política de los últimos quince años.

Aún así, muchos analistas opinan que el Partido Demócrata no tendrá más remedio que formar una coalición antes de las elecciones.

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