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Líderes italianos dan su visto bueno a las patrullas ciudadanas

  • La propuesta, que necesita la aprobación parlamentaria, cuenta con la oposición de la izquierda, que teme que la medida lleve a la discriminación racial y la violencia

El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, prometió seguir adelante con las patrullas ciudadanas para luchar contra el crimen, a pesar de mostrar su preocupación sobre las posibles relaciones fascistas de uno de estos grupos interesado en participar.

Por su parte, el primer ministro Silvio Berlusconi, elegido el año pasado con la promesa de tomar duras medidas contra el crimen y poner freno a la inmigración ilegal, ha dado su visto bueno con el plan de sus aliados de la Liga Norte de realizar patrullas para ayudar a la Policía y a los soldados en las calles.

La propuesta, que todavía necesita la aprobación parlamentaria, se ha encontrado con la oposición de la izquierda italiana y los grupos de derechos humanos, quienes temen que la medida podría llevar a la discriminación racial y la violencia.

Algunos críticos han comparado este plan con grupos paramilitares voluntarios, conocidos como camisas negras, utilizadas por Benito Mussolini como el brazo ejecutor de su Gobierno.

"Ellos las llaman patrullas. Bien, nosotros queremos las patrullas", dijo Maroni en un mitin de la Liga Norte. "Nos han acusado de querer traer de nuevo los camisas negras, pero nosotros queremos permitir a los ciudadanos que participen", añadió.

Uno de los grupos voluntarios, la Guardia Nacional Italiana, reveló su intención de participar en las patrullas por Milán, vestidos con uniformes beige y sombreros negros de estilo militar.

En su pagina web, el grupo, que opera "con el fin de salvaguardar la integridad nacional", explica que estos voluntarios están esperando a que la ley sea publicada en el Boletín Oficial del Estado de Italia para empezar a operar.

Entre los promotores del proyecto figura también el político Gaetano Saya, líder del ultraderechista Partido Nacionalista Italiano (PNI), enviado a juicio en 2004, según los medios de comunicación del país, por difundir a través de una pagina web "ideas fundadas en la superioridad y el odio racial".

Desde la Guardia Nacional Italiana se asegura que estas rondas son "apolíticas" y que se limitarán a ir a los lugares con fama de ser inseguros, donde controlarán y darán parte a las autoridades de lo que allí suceda.

Mientras tanto, fuentes judiciales informaron el domingo que la fiscalía ha abierto una investigación sobre este grupo, ya que tiene relaciones con el neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) formado por seguidores de Mussolini. El fiscal podría presentar cargos en los próximos días por intentar resucitar el partido fascista italiano.

Por otro lado, el presidente de EEUU, Barack Obama, recibió ayer en la Casa Blanca a Berlusconi y ambos trataron sobre los preparativos de la cumbre del G-8, que se celebrará en julio en Italia.

Los dos mandatarios también hablaron de varios asuntos estratégicos de interés común, como las nuevas regulaciones económicas, y de la petición de EEUU de que Italia acepte algunos detenidos de Guantánamo.

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