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La OTAN deja de entrenar a reclutas afganos ante la infiltración de talibanes

  • Medio centenar de soldados de la misión internacional han muerto en lo que va de año por disparos de insurgentes uniformados · 17 civiles muertos y heridos por disparos sin una autoría clara en Kunduz

La OTAN ha suspendido temporalmente el entrenamiento de reclutas en Afganistán debido al incremento de la infiltración de talibanes en las fuerzas de seguridad locales, informó ayer un portavoz de la organización militar.

"Hemos suspendido de manera temporal el entrenamiento de reclutas para investigar los lazos entre los insurgentes y los soldados. Estamos muy preocupados por los últimos ataques", explicó un portavoz de la misión de la OTAN en Afganistán, James Graybal. Graybal preciso que "el resto de nuestra cooperación con las fuerzas de seguridad afganas sigue igual".

Cerca de medio centenar de soldados de la OTAN han muerto por disparos de uniformados afganos en lo que va de año, lo que ha encendido las alarmas del mando de la organización internacional.

En el último incidente de ese tipo, un hombre que vestía el uniforme del Ejército afgano mató el miércoles a tiros a tres soldados australianos en la provincia de Uruzgan, en el sur afgano.

El incremento de esos casos obligó esta semana al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, a destituir al jefe de los servicios de inteligencia afganos, Rahmatulá Nabil, a quien los medios locales responsabilizaban de las infiltraciones. La destitución de Nabil fue precedida en agosto por las de los titulares de Defensa, Abdul Rahim Wardak, e Interior, Bismulah Mohammadi, dentro de la renovación de la cúpula del aparato de seguridad local por el aumento de la violencia en el país.

El botón de muestra de ayer se tradujo en diecisiete civiles muertos o heridos por disparos de desconocidos en la provincia de Kunduz, al norte del país, en una matanza de la que los lugareños acusan a fuerzas pro gubernamentales aunque el Gobierno negó toda implicación. Contactado telefónicamente desde Kabul, el portavoz del Gobierno provincial, Inayatulah Jaliq, confirmó a Efe la masacre pero negó que los asesinos tuvieran vínculos con el Ejército afgano.

"Los atacantes no están relacionados con las fuerzas de seguridad y parece que se ha tratado de una rencilla local en el poblado de Kanam, en el oeste de la provincia", agregó el portavoz oficial.

Jaliq afirmó que hubo un tiroteo en el que "murieron ocho civiles y nueve fueron heridos".

Lugareños citados por medios locales aseguraron, sin embargo, que los atacantes forman parte de una milicia pro gubernamental, y cifraron en 17 los muertos en la masacre.

Según la ONU, un total de 579 civiles murieron y 1.216 resultaron heridos en el primer cuatrimestre de este año en Afganistán.

El organismo internacional atribuyó el 79% de esas muertes a grupos insurgentes, el 12% a las fuerzas de seguridad afganas y de la Alianza Atlántica, y el resto a incidentes armados aún por esclarecer.

Mientras tanto, Italia acabó ayer de concluir su repliegue de la provincia afgana de Badghis, donde desde ahora las tropas españolas serán las únicas en apoyar a las fuerzas de seguridad de este país en su lucha contra la insurgencia y por llevar la seguridad a la provincia más pobre de Afganistán.

Los últimos de los 400 militares italianos que ocupaban el puesto avanzado de Bala-Murghab, en el norte de la provincia, llegaron el sábado a Herat, desde donde continuarán su retirada hasta su país.

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