El presidente Barack Obama dijo este jueves que era "su responsabilidad" que los servicios de inteligencia no hayan logrado "comprender" y anticipar el atentado fallido contra un vuelo comercial en Navidad y prometió reformas para combatir la "guerra contra Al Qaeda".
A dos días de que se publiquen las dos primeras investigaciones del atentado frustrado de Navidad, Obama criticó nuevamente a los servicios de inteligencia por no haber logrado "unir y comprender" la información disponible de que un miembro de Al Qaeda en Yemen estaba planeando un ataque y por tanto no haber advertido a los funcionarios correspondientes.
Sin embargo, trató de atenuar las críticas a su administración de ser supuestamente muy laxa con el terrorismo y dijo que Estados Unidos estaba "en guerra contra Al Qaeda", además de prometer que los terroristas no iban poder cambiar el estilo de vida norteamericano.
"Estoy menos interesado en buscar culpables que en tomar lecciones de lo ocurrido y corregir esos errores para que estemos más seguros", dijo Obama en un comunicado televisado desde la Casa Blanca.
"En última instancia la responsabilidad es mía. Como presidente, tengo una responsabilidad solemne de proteger a nuestro país y a nuestra gente. Cuando el sistema fracasa, es mi responsabilidad", afirmó.
El presidente aseguró asimismo que, a pesar de las severas críticas recibidas, no habrá despidos ni renuncias entre los responsables de los servicios de inteligencia por el intento de atentado en el avión de Northwest el día de Navidad.
"Parece que este episodio no fue el error de un solo individuo u organismo, sino más bien una falla del sistema" de inteligencia, señaló.
El mandatario dijo que los servicios de inteligencia estadounidenses fracasaron en tres aspectos principales. Por un lado, por permitir que el joven nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, de 23 años, abordara el avión que se dirigía desde Amsterdam a Detroit con explosivos ocultos. En segundo lugar, porque los espías norteamericanos no combatieron con suficiente "agresividad" al grupo de Al Qaeda en la Península Arábiga que planificó el ataque. Y finalmente fracasó por no analizar apropiadamente los datos de inteligencia de que disponían.
"Antes que un fallo a la hora de reunir o compartir (información de) inteligencia, se trató de un fallo para vincular y comprender" esa información "que ya tenían", agregó.
Para remediar esos fallos, Obama ordenó que determinadas personas y equipos sean asignados a seguir pistas para atribuir responsabilidades y estrecha atención a potenciales amenazas.
Dijo que informes de inteligencia sobre amenazas a la seguridad de Estados Unidos deben ser transmitidos ahora más rápida y adecuadamente a todos los organismos y ser mejor analizados. Prometió que habría mejoras para vigilar la lista de procedimientos.
Obama prometió asimismo "inversiones significativas" en la seguridad aérea.
"Estamos en guerra. Estamos en guerra contra Al Qaeda, una red de violencia y odio de gran alcance que nos atacó el 11 de setiembre, que mató a cerca de 3.000 inocentes y que está preparándose para atacarnos de nuevo", afirmó.
"Haremos lo que sea necesario para derrotarlos", agregó.
Mientras tanto, se conocieron nuevos detalles de la planificación del atentado, del que Estados Unidos acusó a la rama de Al Qaeda en Yemen.
El viceprimer ministro yememnita para Asuntos de Defensa y Seguridad, Rashad al-Aleemi, dijo que el Abdulmutallab se reunió con Anwar al-Awlaqi, un clérigo norteamericano-yemenita también vinculado a la masacre de Fort Hood (Texas) en noviembre pasado provocada por el psiquiatra militar Nidal Hasan, que dejó 13 muertos y 42 heridos.
Aleemi dijo que el joven nigeriano también pudo haber sido reclutado hace un tiempo por Al Qaida en una universidad de Londres.
Abdulmutallab fue acusado de seis delitos el miércoles por un gran jurado estadounidense por intento de asesinato y de uso de armas de destrucción masiva a bordo de un avión estadounidense. Puede ser condenado a cadena perpetua.
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