Casi dos años después del último enfrentamiento importante en la región, al Gobierno israelí parece habérsele acabado la paciencia y lanzó una nueva operación militar tras el fracaso de los esfuerzos de mediación egipcia.

La operación militar Zuk Eitan (Margen Protector) es consecuencia de una nueva escalada del conflicto entre ambas partes, que comenzó con el secuestro el 12 de junio de tres adolescentes israelíes en Cisjordania, que fueron encontrados muertos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó en un principio evitar una operación de este tipo, lo que le valió un fuerte cuestionamiento del sector más de derecha de su Gobierno. Como muestra de ello, el ministro de Exteriores, Lieberman, rompió el lunes la alianza de su partido con el Likud de Netanyahu.

De cualquier manera, la acción militar contra Hamas, que hace un mes formó un Gobierno de unidad con el moderado Al Fatah, conlleva grandes riesgos. Tras el asesinato de los jóvenes israelíes y el posterior crimen de un menor palestino, la situación está caldeada.

Israel podría verse forzado a afrontar otra guerra en Gaza y un nuevo levantamiento palestino.

Desde el último gran enfrentamiento, en noviembre de 2012, Hamas pidió calma en la Franja e intentó tranquilizar a los demás grupos militantes. Pero la organización se apartó de esa política tras el creciente aislamiento internacional y la ola de detenciones de sus miembros en Cisjordania.

Los analistas consideran que actualmente Hamas, que ha recibido duros golpes, es peligrosa como un animal herido. Y por eso dicen que los ataques con cohetes contra Israel parecen un desesperado intento de liberación.

En el marco de los cambios registrados en el mundo árabe Hamas perdió apoyo en el Líbano y Siria. Y desde el cambio de poder en Egipto, hace un año, se quedó sin su principal aliado en El Cairo.

El analista militar Ron Ben Jishai asegura que el brazo armado de Hamas, las Brigadas al Qassam, es el que está más interesado en una confrontación con Israel. "El ala política fue relegada y perdió el control", indicó.

El ex asesor de seguridad nacional israelí Jaakov Amidror dijo ayer: "El objetivo de Israel no es volver a ocupar Gaza. Pero si no logramos hallar una solución duradera, no habrá otra opción".