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Poroshenko invita a los prorrusos a una reunión sobre un nuevo alto el fuego

  • El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania no descarta declarar la ley marcial en Donetsk y Lugansk Unos 150 rebeldes mueren en la operación antiterrorista de Kiev

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ofreció ayer a los separatistas prorrusos participar hoy en una ronda de consultas con la OSCE y Rusia que podría acercar un nuevo alto de fuego en el este sublevado del país.

El líder ucraniano, en una conversación telefónica con la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, dijo estar a la espera de que otros miembros del "grupo de contacto" formado por Ucrania, Rusia, la OSCE (Organización de Seguridad y Cooperación en Europa) y los rebeldes prorrusos determinen hora y lugar de la reunión.

Poco antes, uno de los líderes de los sublevados, Andrei Purgin, había comentado que la reunión podría celebrarse en Minsk, la capital bielorrusa, toda vez que los representantes de Kiev son reacios a desplazarse a la zona del conflicto por motivos de seguridad. Por su parte, los líderes rebeldes no pueden entrar en la UE por las sanciones que pesan sobre ellos.

Poroshenko, presionado por la comunidad internacional para buscar una salida pacífica al enfrentamiento armado que mantienen sus fuerzas con los sublevados de las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, accedió el jueves por primera vez a negociar con ellos e incluso a declarar un cese de hostilidades duradero.

En un aparente cambio de rumbo, el presidente ucraniano ya no exige a los separatistas la rendición total como condición para poner fin a la operación militar contra ellos, como sí hacía en el plan de paz que presentó en junio.

El mandatario puso ahora sólo tres condiciones para recuperar el alto el fuego: su total cumplimiento por los sublevados, la liberación de los prisioneros que éstos retienen y el establecimiento del control sobre la frontera ruso-ucraniana, con la cooperación de Rusia y bajo la vigilancia de la OSCE.

No obstante, en un discurso de tono muy diferente, el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andrei Parubi, no descartó ayer la declaración de la ley marcial en las dos regiones donde tienen lugar las acciones militares.

Parubi aseguró que el órgano que preside ya tiene listo el documento para decretar la ley marcial, que "prevé -concretó- no sólo el decreto del presidente, sino también el plan de coordinación y mando de todas nuestras unidades" en el marco del estado de excepción.

Respaldó además la decisión de Poroshenko de reanudar el pasado día 1 la "operación antiterrorista" contra los separatistas tras dar por concluido el alto el fuego que había regido desde el 20 de junio.

"Los militares ucranianos han golpeado con aviación y artillería las bases, los puestos de control y los lugares de concentración de los terroristas, que han sufrido bajas que se cuentan por centenares" en los últimos cuatro días, aseguró el jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

Las informaciones que llegan desde la zona, tanto por el lado del Gobierno de Kiev como de los prorrusos, apuntan a que las fuerzas ucranianas tienen la determinación de ganar a los separatistas en el campo de batalla y no en la mesa de negociaciones.

Los combates más intensos continúan en los accesos a la ciudad de Slaviansk, símbolo y bastión de la sublevación que estalló a mediados de abril en Donetsk y Lugansk.

Las fuerzas ucranianas se empeñan en expulsar a los separatistas de la localidad de Nikolayevka, última ruta de abastecimiento para los rebeldes atrincherados desde hace casi tres meses en Slaviansk, ciudad de la región de Donetsk en la que permanecen aún alrededor de 45.000 de sus 120.000 habitantes.

"Nikolayevka ya está bajo nuestro control. Hemos tomado a 50 guerrilleros que han depuesto las armas", escribió a última hora de ayer en su página de Facebook el ministro de Interior ucraniano, Arsen Avakov.

Los combates por esa localidad, cuya toma por las tropas ucranianas cierra el cerco sobre Slaviansk, duraron más de nueve horas sólo en la jornada de ayer.

El portavoz de la operación militar, Alexei Dmitrashovski, aseguró que en las últimas 24 horas las tropas ucranianas mataron "como mínimo a 150 milicianos" en el área de Slaviansk, el primer lugar del este ucraniano donde los separatistas tomaron las armas.

Además, nueve soldados ucranianos murieron ayer y 13 resultaron heridos en los combates en el este ucraniano, informó el centro de prensa de la "operación antiterrorista" lanzada por Kiev. "Las bajas de hoy para las 14:00 del 4 de julio: 9 muertos y 13 heridos", escribió el centro de prensa en Facebook sin precisar las circunstancias ni los lugares donde perdieron la vida los militares.

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