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Poroshenko ofrece un nuevo alto el fuego con menos condiciones

  • El presidente ucraniano acepta iniciar con los rebeldes "negociaciones políticas sustanciales"

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, se declaró dispuesto ayer a un nuevo alto el fuego en el este del país, con condiciones que pueden ser más aceptables para los separatistas prorrusos.

En una conversación telefónica con el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, Poroshenko mostró su disposición a volver al alto el fuego tan pronto como se confirme la determinación de los sublevados a respetarlo plenamente y a liberar a sus prisioneros.

Otra condición del presidente es el establecimiento del control sobre la frontera ruso-ucraniana, con la cooperación de Rusia y bajo la vigilancia de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), pero aceptó iniciar "negociaciones políticas sustanciales sin ninguna otra condición añadida" con los sublevados, algo a lo que se negó hasta ahora.

En su plan de paz, cuyo incumplimiento por los rebeldes fue el argumento para dar por terminado hace tres días el alto de fuego que regía desde el 20 de junio, Poroshenko exigía a los separatistas que depusieran inmediatamente las armas y abandonaran el país si así lo deseaban.

Las tropas ucranianas relanzaron en la madrugada del martes las acciones militares contra los rebeldes.

Sin embargo, gracias al esfuerzo de la comunidad internacional, los ministros de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y Ucrania, Pavlo Klimkin, se comprometieron el miércoles en Berlín a trabajar por un alto el fuego "duradero" que respeten todas las partes implicadas.

Por otra parte, Poroshenko promovió ayer el nombramiento de un nuevo ministro de Defensa, Valeri Gueletei, al que exigió reformas estructurales en las Fuerzas Armadas ucranianas.

Gueletei, de 46 años, se convirtió así en el tercer titular de Defensa después del derrocamiento en febrero de Viktor Yanukovich. Su antecesor, Igor Teniuj, dimitió a finales de marzo después de que la Armada de este país perdiera casi la totalidad de sus navíos en Crimea, anexionada por Rusia.

En paralelo a la actividad política, la amplia ofensiva relanzada por las fuerzas ucranianas continuó ayer en todo el norte de las regiones de Donetsk y Lugansk, donde los combates causaron nuevas víctimas mortales.

Una niña de 10 años perdió a sus padres y resultó herida cuando el coche en el que circulaba la familia explotó al pisar supuestamente una mina en la ciudad de Kramatorsk, vecina de Slaviansk, según la Guardia Nacional de Ucrania, que responsabilizó a los separatistas de la tragedia.

Por otro lado, al menos un soldado ucraniano murió de madrugada en un ataque de los sublevados contra las posiciones del Ejército.

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