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Rusia promete a Osetia del Sur y Abjazia que defenderá su independencia de facto

  • Las dos regiones secesionistas rechazan hablar con Georgia, mientras fuerzas rusas se retiran de Gori y se despliegan en otras ciudades

Rusia dejó claro hoy que independientemente de lo que afirma el plan de paz defenderá la postura independentista de Osetia del Sur y Abjazia, principalmente porque, en palabras del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, "nadie" será capaz de convencer a las dos regiones de que vuelvan "al seno de Georgia" tras lo ocurrido. Entretanto, en el plano militar, las tropas rusas comenzaron a devolver el control de Gori, pero han llegado fuerzas a otras ciudades georgianas, como el puerto de Poti.

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, se reunió hoy en el Kremlin con los dirigentes de las dos regiones separatistas, el osetio Eduard Kokoiti y el abjazio Sergei Bagapsh, quienes firmaron el plan de paz de seis puntos para poner fin a las hostilidades presentado esta semana por Francia y respaldado por Moscú y Tiblisi.

"Estáis al corriente de la deliberación del punto 6" del plan de paz, afirmó Medvedev, en referencia a la modificación introducida por Georgia respecto al texto aprobado inicialmente por Rusia, que suprimió la mención a un diálogo internacional sobre el "estatus futuro" de las dos regiones por un debate sobre "las modalidades de seguridad y estabilidad" en Osetia del Sur y Abjazia.

"Quiero que sepáis y que transmitáis a los pueblos de Abjazia y Osetia del Sur que el punto de vista ruso es inmutable", agregó.  "Nosotros apoyaremos cualquier decisión de los pueblos de Osetia del Sur y Abjazia", prometió, dejando claro así su respaldo a la independencia autoproclamada por estas dos regiones a principios de los 90 del siglo pasado y no reconocida internacionalmente.

También Lavrov se pronunció en esta línea, advirtiendo de que tras el conflicto en Osetia del Sur "nadie podrá hacer admitir a los osetios y a los abjazios que es posible volver obligados al seno del Estado georgiano".  "Nosotros no queremos el desmembramiento de Georgia, pero la situación de facto es tal actualmente que ni los osetios ni los abjazios quieren vivir en el seno de un Estado con un hombre que lanza sus tropas contra ellos", añadió Lavrov, en clara referencia al presidente georgiano, Mijail Saakashvili. En opinión del ministro ruso, "las heridas tardarán mucho tiempo en curar".

Las palabras de Medvedev y Lavrov parecen haber dado alas a los dos dirigentes separatistas, que aprovecharon su presencia en Moscú para hacer duras declaraciones a la prensa contra Georgia, pero también contra Estados Unidos y los países europeos, a quienes Kokoiti acusó de ser responsables del "genocidio" georgiano en Osetia del Sur.

Nadie detendrá la independencia

Bagapsh advirtió hoy que "ninguna fuerza podrá detener" la independencia de Osetia del Sur y Abjazia y dijo que no hay posibilidad de diálogo con las autoridades georgianas. El líder abjazio aseguró que ambas regiones han abierto la vía de la independencia y caminarán "juntas por ese camino". 

Además, descartó mantener cualquier tipo de negociación sobre su estatus con Georgia. "Antes de cometerse la agresión contra Osetia del Sur existía cierta posibilidad de dialogar a través de mediadores internacionales o el secretario general de la ONU, pero desde ahora no habrá ninguna conversación con Georgia", prometió Bagapsh, cerrando así una eventual ventana al diálogo que la comunidad internacional esperaba abrir tras consolidar el acuerdo de cese de hostilidades alcanzado el martes por Rusia y Georgia. 

El otro punto de debate actualmente, el envío de observadores a Georgia, también parece contar con el rechazo de las dos regiones. A este respecto, Kokoiti advirtió hoy de que no permitirá la presencia de observadores extranjeros en territorio de Osetia del Sur. "Podemos dialogar con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), con la Unión Europea o con nuestros amigos de la ONU, pero únicamente sobre el número de los observadores", advirtió.

"Los observadores extranjeros deberán permanecer en el territorio de Georgia, y no de Osetia del Sur", previno, insistiendo en que "en Osetia del Sur y en Abjazia permanecerán sólo las fuerzas rusas de paz, y que ni se hable de las fuerzas de paz georgianas".

La presidencia finlandesa de la OSCE ha propuesto el envío de cien observadores adicionales a Georgia, aunque sus 56 estados miembros tienen que aprobar este envío, mientras que la Unión Europea también se ha mostrado dispuesta a enviar observadores que puedan supervisar el alto el fuego alcanzado el martes entre Rusia y Georgia, si bien esperan que primero haya una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en este sentido. TROPAS RUSAS EN GEORGIA

En el plano militar, y como en días anteriores, rusos y georgianos se han dedicado a informar y desmentir lo que decía el otro. Así, todavía hoy se vio a tropas rusas en los alrededores de Gori, realizando lo que Moscú calificó de "partidas de reconocimiento", si bien el Ministerio del Interior georgiano anunció a lo largo del día que las fuerzas georgianas han recuperado el control de esta ciudad, la más afectada en territorio propiamente georgiano por el conflicto.

Mientras, en la ciudad portuaria de Poti, en el este del país, testigos señalaron a la agencia Reuters la presencia tanques y vehículos blindados para el transporte de tropas rusos, una presencia que vino a ser confirmada por el Estado Mayor ruso, que consideró legítimo que las "fuerzas de paz rusas" se encuentren en esta ciudad.

Asimismo, también se ha informado de la presencia de una columna de más de 100 vehículos militares, entre ellos 40 vehículos blindados, en los alrededores de la localidad de Zugdidi, próxima a Abjazia, sin que por el momento haya habido ni una confirmación oficial ni un desmentido.

Entretanto, el envío de aviones con ayuda por parte de Estados Unidos no ha sentado muy bien a las autoridades rusas y de hecho, un general pidió que se permita a la prensa ver el contenido de los mismos. Ante estas dudas, la portavoz de la Casa Blanca se vio obligada a insistir en que se trata de ayuda humanitaria y en ningún caso Estados Unidos va a proteger los puertos.

Además, y tras el duro mensaje de ayer del presidente, George W. Bush, el secretario de Defensa, Robert Gates, afirmó hoy que Estados Unidos no quiere volver a tener unas relaciones con Rusia similares a las que mantenían ambos países durante la Guerra Fría, pero advirtió de que si continúa con su actitud "agresiva", las relaciones bilaterales sufrirán las consecuencias durante los próximos años.

Así las cosas, a Moscú se le ha abierto otro nuevo frente: Ucrania, país aliado de Georgia y que también desea entrar en la OTAN. Su presidente, Viktor Yushchenko, firmó ayer un decreto en el que ordena que los buques de guerra rusos de la Flota del Mar Negro, que se encuentran amarrados en Sevastopol, soliciten permiso para entrar o salir de la base, lo que ha provocado las iras de Rusia.

El 'número dos' de su Estado Mayor, Anatoli Nagovitsin, advirtió hoy de que "sólo tenemos un comandante general para la Flota del Mar Negro y es el presidente de Rusia". " Todos los mandos externos son ilegítimos para nosotros", añadió, en referencia a la orden dada por Yushchenko.

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