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Semana crítica para el Reino Unido

  • El Ejecutivo de Johnson intentará conseguir este lunes los apoyos suficientes para adelantar las elecciones

Manifestaciones contra Boris Johnson en Londres

Manifestaciones contra Boris Johnson en Londres / EFE

El Reino Unido entra en otra semana política crítica con la suspensión de las sesiones parlamentarias hasta el 14 de octubre, poco antes del Brexit, y los esfuerzos del Gobierno por conseguir un adelanto electoral.

La Cámara de los Comunes tiene previsto votar este lunes por segunda vez la propuesta del Ejecutivo de Boris Johnson de convocar comicios anticipados el 15 de octubre, al fracasar su primer intento el miércoles después de que la oposición se hiciera cargo de la agenda parlamentaria, reservada normalmente al Gobierno.

Las principales formaciones de la oposición adelantaron que votarán en contra de llamar a los británicos a las urnas este octubre o se abstendrán en la Cámara de los Comunes, que debe autorizar esta cita. Johnson confía en que unas elecciones en octubre -para las que, de convocarse, parte como favorito-, le daría la mayoría parlamentaria necesaria para concretar el Brexit.

El Brexit ha sumido al país en una profunda crisis por el enfrentamiento entre el Gobierno, partidario de una salida de la UE con o sin acuerdo este 31 de octubre, y la oposición, crítica con la decisión de Johnson de suspender el Parlamento e inquieta por las consecuencias económicas de una retirada sin un pacto con Bruselas.

La ley que veta un Brexit desordenado y conmina al Gobierno a solicitar una prórroga del divorcio si no hay acuerdo para el 19 de octubre, impulsada hace unos días por los principales partidos de la oposición y 21 diputados conservadores rebeldes, recibirá este lunes la sanción de Isabel II.

Johnson insistió en que preferiría estar "muerto en una zanja" que pedir un retraso del Brexit y expresó su esperanza de conseguir un acuerdo en el Consejo europeo del 17 de octubre.

En ese sentido, el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, declaró este domingo a la cadena Sky News que "hubo progresos" con el bloque europeo pero que lo que puede dificultar este avance es, según él, que Bruselas vea la posibilidad de que el Brexit llegue a ser cancelado tras la reciente aprobación de la nueva ley que veta una retirada dura del club europeo. "No podemos estar así, debilita fundamentalmente nuestra posición negociadora", añadió.

Johnson sufrió la noche del sábado otro varapalo cuando Amber Rudd presentó su dimisión del Partido Conservador y como ministra de Trabajo y Pensiones, descontenta con la expulsión de 21 colegas. "No puedo quedarme a un lado mientras conservadores buenos, leales y moderados son expulsados", tuiteó Rudd.

"El Gobierno está dedicando mucha energía en preparar (una salida) sin acuerdo, pero no he visto el mismo nivel de intensidad en nuestras conversaciones con la UE, que nos ha pedido que presentemos arreglos alternativos a la salvaguarda irlandesa", añadió.

No obstante, con Johnson en el poder, los conservadores ampliaron la ventaja frente a los laboristas de Jeremy Corbyn en un sondeo de intención de voto publicado este domingo en The Observer. Según la encuesta, los tories de Johnson lograrían el 35% de apoyo, mientras que los laboristas bajan un punto hasta el 25%.

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