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Silvio Berlusconi medirá su apoyo en el Parlamento entre exigencias de dimisión

  • El Gobierno italiano se someterá, a finales de mes, a un test para comprobar el respaldo con el que cuenta tras la dura derrota sufrida en las elecciones municipales celebradas este fin de semana

El Gobierno de Silvio Berlusconi volverá a someterse a finales de junio a un test parlamentario para comprobar los apoyos con los que cuenta, mientras las exigencias de dimisión por parte de la oposición italiana van en aumento tras la derrota en las recientes elecciones municipales.

Un día después de confirmarse en la segunda vuelta la pérdida de la Alcaldía de Milán por el partido de Berlusconi, la conferencia de portavoces de los grupos políticos en la Cámara Baja fijó ayer para la semana del 20 al 27 de junio la celebración de ese control parlamentario al Ejecutivo.

Este nuevo test se produce por deseo expreso del presidente de la República, Giorgio Napolitano, quien a principios de mayo exigió que el Parlamento abordara los cambios en la composición de la mayoría gobernante que se han producido desde los comicios de 2008 y, sobre todo, tras el reciente nombramiento de nueve subsecretarios tránsfugas.

A pesar de que la oposición de centroizquierda -exultante por los resultados de las elecciones municipales- había pedido que esta "verificación" de la mayoría gobernante se produjera la semana que viene, finalmente se postergó para intentar cuadrar una fecha con el Senado.

Ante esa prueba de fuego, Dario Franceschini, jefe de grupo en la Cámara Baja del Partido Demócrata (PD), la principal formación de la oposición de centroizquierda, exigió ayer en el pleno parlamentario que el Gobierno se presente ya como dimisionario a esa cita.

Hace pocos días, Napolitano escribió a los presidentes de las cámaras con "la exigencia de un control parlamentario que renovase la relación entre Gobierno y Parlamento", afirmó Franceschini. "Es la certificación -añadió- de que la mayoría que gobierna hoy es distinta de la que ganó las elecciones de 2008. Pero esta nueva mayoría ha sido derrotada en los comicios municipales, está en minoría en el país. A esa comprobación (parlamentaria), el Gobierno de Berlusconi tiene que presentarse como dimisionario".

El jefe de grupo del PD lanzó un mensaje al principal socio de Gobierno de Berlusconi, la Liga Norte (LN) de Umberto Bossi, para quienes la pérdida de la Alcaldía de su feudo, Milán, por parte de la candidata del partido del primer ministro, Letizia Moratti, ha supuesto un importante varapalo. No obstante, Berlusconi consideró que no tiene la culpa de lo sucedido y declaró que ahora "los milaneses deben rezar a Dios para que no les pase algo negativo". "El centroizquierda ha registrado una extraordinaria victoria en toda Italia, el centroderecha ha tenido una trágica derrota. Queridos amigos de la Liga, nosotros ahora gobernamos en Milán, Turín, Arcore, Novara, Trieste, Bolonia, Gallarate, Venecia... En definitiva, en todas las ciudades del norte", indicó Franceschini.

Por su parte, el secretario general del PD, Pierluigi Bersani, se mostró confiado de que están "cerca" de convertirse en el primer partido del país y afirmó que Italia "no puede girar en torno a los problemas" de Berlusconi, ante la continua incertidumbre de si se mantiene o no en el Gobierno.

Los resultados de las municipales dejan un balance de 22 a 9 en las alcaldías de capitales de provincia a favor del centroizquierda, con importantes derrotas como Nápoles, la tercera ciudad del país, que Berlusconi pretendía arrebatar a los progresistas y de donde dijo que "se arrepentirán mucho" de haber votado a De Magistris.

La cuestión ahora es saber cómo afrontará el primer ministro, pero, sobre todo, la Liga Norte, la pérdida de confianza en sus feudos norteños y si esto puede abrir una crisis entre Berlusconi y Bossi que provoque la caída del Ejecutivo.

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